ABC 19/05/15
· Soares Gamboa declara contra su exjefe en el juicio por el intento de asesinato del fiscal general Burón Barba
El etarra arrepentido Juan Manuel Soares Gamboa reiteró ayer en la Audiencia Nacional que el exdirigente de ETA Santiago Arrospide, alias «Santi Potros», ordenó el atentado contra el entonces fiscal general del Estado Burón Barba, al igual que todos los que cometió el «comando Madrid» en la década de los ochenta, la más sanguinaria de la organización terrorista.
«Todo venía de Santiago Arrospide, nunca quedaba nada a criterio del comando», dijo Soares Gamboa ante el tribunal que juzgó ayer a «Santi Potros» por su penúltima cuenta pendiente con la justicia. El Ministerio Público mantuvo su petición de 14 años de cárcel para el histórico etarra –cerebro también de la matanza de Hipercor en la que murieron 21 personas– por un delito de asesinato en grado de tentativa.
El atentado contra el entonces fiscal general finalmente no pudo llevarse a cabo porque, pese a que el propio Soares Gamboa y Antonio Troitiño (este último en busca y captura) habían dejado el vehículo preparado con tres roquetas, la encargada de accionar el mando, Idoia López Riaño (quien ya fue juzgada en 2002 por estos hechos), se quedó dormida ese día en el domicilio que compartía con el también miembro del «comando» Ignacio de Juana Chaos.
Soares Gamboa aseguró que no recuerda si la orden de atentar contra Burón Barba la dio «Santi Potros» al «comando» verbalmente o por escrito, pero no tiene ninguna duda de que fue iniciativa suya. «Algunas veces veníamos de Francia a Madrid con el atentado ya ordenado y otras los preparábamos nosotros y luego, antes de cometerlo, se consultaba con la dirección», señaló el arrepentido. Fuera cual fuera la fórmula, «todo lo ordenaba él», sentenció.
«Solo encuentro silencio»
No mostró la misma colaboración con la Justicia la etarra Inés del Río, quien también fue miembro de ese «comando» y declaró como testigo en la que fue su primera comparecencia judicial desde que obtuvo la libertad al tumbar Estrasburgo la doctrina Parot. Sin cruzar en ningún momento su mirada con «Santi Potros» en la sala de vistas, Del Río aseguró que no le consta que el fiscal general fuera objetivo de ETA y aunque lo hubiera sido ella no tendría por qué saberlo porque formaba parte de la infraestructura y no del comando operativo. «He buscado en mi cabeza y solo encuentro silencio», dijo la etarra.
Tampoco su compañera Inmaculada Noble, en la calle desde hace un año y medio gracias al Tribunal de Estrasburgo, quiso aportar ningún dato que pudiera inculpar al que fue jefe militar de ETA. La terrorista, que se estrenó en el «comando Madrid» con 18 disparos sobre tres guardias civiles, señaló que no recuerda nada de aquella época ni haber recibido órdenes concretas: «Actuábamos por libre», apuntó delante de «Santi Potros», que anteriormente se había negado a declarar.