EL MUNDO 03/07/14
· El arrepentido Arronategui fue extraditado por México y condenado a seis años
El etarra confeso y arrepentido Asier Arronategui Duralde logró hace unos días la libertad condicional tras emplear un peculiar método para renegar de la banda: una declaración ante notario en la que manifestaba su rechazo al terrorismo, afirmaba su desvinculación de ETA y pedía perdón por el daño que pudiera haber causado.
La libertad del etarra –condenado a seis años por pertenencia a la banda y que terminaba de cumplir su pena el próximo mes de febrero– llega después de que el pasado mes de mayo Instituciones Penitenciarias le concediera el tercer grado, requisito previo para la libertad condicional y que en la práctica suponía la vida diaria en libertad. A continuación, la Junta de Tratamiento de la prisión de Basauri (Vizcaya) elevó al juez su propuesta de libertad condicional.
Según el auto dictado la semana pasada por el juez central de Vigilancia Penitenciaria, José Luis de Castro, Arronategui «ha realizado una declaración expresa de repudio de sus actividades delictivas dentro de la banda terrorista (…) y petición, también expresa, de perdón a las víctimas de su delito. También ha manifestado su disposición a colaborar activamente con las autoridades en aquello que le sea requerido». Según informa Europa Press, el juzgado también destaca su «buena conducta en prisión», el «apoyo familiar» o «su separación del resto de internos terroristas». También tuvo en cuenta que la decisión ha contado con el visto bueno de la Fiscalía a la libertad condicional.
Arronategui fue detenido en México el 19 de julio de 2003 y permaneció en una cárcel de México D.F. hasta su extradición a España el 18 de mayo de 2006. Tras estar preventivo un tiempo en ambos países quedó en libertad provisional en España a la espera del juicio. Cuando en 2009 la Audiencia Nacional le condenó a seis años de cárcel por pertenencia a ETA, Arronategui se presentó en la prisión para cumplir la parte de pena que le restaba con el documento notarial de arrepentimiento en la mano. En ese documento, reproducido por la cadena Ser, incluye frases similares a las de otros etarras arrepentidos acogidos a la vía Nanclares: que «repudia la actividad terrorista de la organización ETA y que expresa su arrepentimiento por la colaboración que le prestó y por la que fue en su día condenado», que «no mantiene ninguna vinculación ni con dicha organización ni con ninguna otra afín a la misma» y que «aunque en la sentencia por la que ha sido condenado no consta que se haya producido ningún perjuicio a terceras personas, para cualquier supuesto pide perdón a quienes de cualquier forma hubieran podido resultar afectados por aquélla».
En el juicio, tanto Arronategui como los otros cinco etarras extraditados por México reconocieron los hechos relatados en el escrito de acusación de la Fiscalía, aceptando la pena de seis años, el mínimo legal por el delito de pertenencia a una organización terrorista. Según la sentencia, Arronategui fue integrante de una estructura estable de ETA en México. Su cometido era facilitar al resto de etarras residentes en ese país la gestión del dinero que la dirección de la banda les remitía desde Francia.