EL CORREO 06/03/14
· Jonathan Powell teme que, como ocurrió en el IRA, algún «loco» pueda echar mano de «sigla y armas» y perpetuar la actividad violenta.
Los gobiernos de España y Francia deben «ayudar» a ETA a llevar a cabo el proceso de desarme que la banda ha anunciado en las últimas dos semanas. La colaboración de los ejecutivos de Mariano Rajoy y Françoise Hollande desterraría cualquier posibilidad de una escisión. El exasesor de Tony Blair durante el final del IRA Jonathan Powell ofreció ayer su particular receta para un cierre ordenado de ETA. El político británico aseguró, en un artículo publicado en el diario ‘Financial Times’, que en Euskadi podría ocurrir lo mismo que sucedió en Irlanda del Norte y que algunos «locos» podrían echar mano de siglas y armas y perpetuar su actividad, como sucedió con el IRA Auténtico.
«Es importante que ETA siga controlando todo su material y a sus militantes mientras desarrolla el proceso de desmantelarse como movimiento terrorista, que será inevitablemente complejo», advierte Powell, que insta encarecidamente al Gobierno español a tomar parte en este proceso. El exasesor de Blair muestra su sorpresa por la postura que el gabinete del PP ha mantenido desde que la banda terrorista comunicara el «cese definitivo de la actividad armada» y, en especial, por la actitud de los populares después de que la Comisión Internacional de Verificación (CIV) anunciara la decisión de ETA de iniciar un paulatino desmantelamiento de sus arsenales.
Cooperación
En su artículo recuerda que «ningún» gobierno del mundo ha rechazado abrir líneas de contacto con aquellas bandas terroristas que expresan su voluntad de entregar las armas de manera unilateral. Powell coincide, en este sentido, con la tesis que ya reiteró el portavoz de los verificadores, Ram Manikkalingam, en su última visita a Euskadi, al asegurar que es complicado completar un proceso de final de la violencia terrorista «sin la cooperación de los gobiernos». Y recuerda que la organización dispone aún de una «cantidad sustancial» de armas que pueden ser utilizadas. «Siempre hay locos y si la marca está libre y las armas sueltas, usarán ambas», sostiene el antiguo político británico.
Hasta el momento, la posibilidad de que pudiera producirse una escisión en ETA sólo había sido barajada por el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka. El representante autonómico aseguró la semana pasada que la falta de implicación del Ejecutivo de Rajoy podría dar pie a una ruptura dentro de la banda y que algunos terroristas optaran por continuar con la violencia. Una afirmación que el presidente de Sortu, Hasier Arraiz, calificó de «gran mentira» e irresponsabilidad unos días después.
Powell, que firmó la Declaración de Aiete junto a Kofi Annan y Bertie Ahern, entre otros, recuerda que en el caso de Irlanda del Norte, que conoce de primera mano, el IRA no entregó sus arsenales ni al Gobierno británico ni al irlandés, sino que nombró una comisión especial a la que dejó las manos libres para realizar las gestiones que considerara oportunas, sin dar cuentas a los responsables políticos. Un modelo que los diferentes mediadores que han viajado a Euskadi han tratado de exportar, pero con el que no comulga el Ejecutivo central, cuyo mensaje insiste en que la organización armada debe proceder a su disolución.
El exasesor censura también la investigación judicial que ha llevado a los verificadores a prestar declaración en la Audiencia Nacional, ya que ahora no podrán «pasearse por el campo presenciando el desmantelamiento de las armas».
EL CORREO 06/03/14