Dice la retórica sanchista que los socialistas llegaron al poder tras la moción de censura a Mariano Rajoy para «regenerar las instituciones» y que a ello se han empleado con esmero durante los 10 meses que ha durado su Gobierno. La crónica política de los 316 días de Pedro Sánchez en La Moncloa señala sin embargo que si ha habido un presidente sobre el que se han vertido acusaciones de un uso político de los instrumentos del Estado, ese ha sido él. La crisis provocada por el PSOE en RTVE a propósito del debate electoral es sólo el último capítulo de una historia que va del Consejo de Ministros al CIS, pasando por el Falcon.
EL CIS
El Centro de Investigaciones Sociológicas es para los críticos de Sánchez el mayor ejemplo de que lo suyo, más que 10 meses de gobierno, han sido 10 meses de promoción política. Quien llegó al poder como líder de la tercera fuerza política (CIS de abril de 2018), se convirtió rápidamente en el favorito de los españoles con amplia diferencia. Ello se produjo tras nombrar a un presidente del CIS, José Félix Tezanos, que era un histórico dirigente del PSOE y que terminó con la forma en la que el organismo público hacía sus estimaciones de voto para introducir sus propios criterios. Los sucesivos cambios de metodología, sus surrealistas explicaciones, las amplias diferencias con los sondeos de las empresas privadas y sus fallidas predicciones de los resultados de las elecciones andaluzas de diciembre han servido para que sus críticos hayan acusado al Gobierno de hundir el prestigio del CIS para satisfacer las demandas de Sánchez.
LOS VIERNES ELECTORALES
La otra gran acusación que se le hace a Sánchez es haber utilizado el Consejo de Ministros para presentar su programa electoral. El Gobierno no fue capaz de aprobar unos Presupuestos para 2019 y, con las elecciones ya convocadas, se ha lanzado a una frenética aprobación de reales-decretos que son minuciosamente explicados cada viernes desde La Moncloa por los ministros. Compromisos de gasto, exhumaciones de dictadores, ampliaciones de derechos y anuncios de ambiciosos planes han sido aprobados como si el Gobierno no estuviera a punto de entrar en funciones y no correspondiera a otro, el que salga del 28-A, gestionar todos esos asuntos.
LOS VIAJES
Otro gran asunto en el que la oposición no ha escatimado críticas es el de los viajes del presidente del Gobierno. La agenda internacional de Pedro Sánchez ha sido generosa y ha dejado buenas fotos con líderes como Emmanuel Macron, Angela Merkel o Miguel Díaz-Canel. Para el recuerdo queda ya la imagen con las gafas de sol en el avión presidencial y para la polémica el discutido uso del Falcon.
LA TESIS
Sirva de epílogo el episodio de la tesis de Sánchez. Tras varios días de polémica, el presidente accedió a publicarla en internet, pero antes Moncloa difundió una nota de prensa explicando que había pasado el trabajo por dos aplicaciones antiplagio y que había superado la prueba. La utilización de medios oficiales para explicar un trabajo personal ya generó críticas de por sí, pero el asunto fue a peor cuando, además, una de las empresas aseguró que el dato ofrecido por Presidencia no era correcto.