EL CORREO 03/07/14
El juez de la Audiencia Nacional José Ricardo de Prada calificó ayer de «altas y desproporcionadas» las condenas impuestas a los miembros de ETA. El magistrado, que participó en los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid, criticó, asimismo, que «hay un régimen de cumplimiento de penas totalmente desigual» respecto al resto de reclusos. De Prada aseguró que las penas impuestas han de responder a «una necesidad, que sean humanas y que se apliquen en un régimen de igualdad en relación con otros presos». Sus palabras recibieron una rápida crítica por parte de asociaciones como Dignidad y Justicia o la agrupación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas.
El magistrado de la Audiencia Nacional puso como ejemplo la ‘doctrina Parot’, una aplicación de la ley que, a su juicio, era «jurídicamente inadmisible». De Prada censuró aún más que hubiera sido el Tribunal de Estrasburgo, y no las instancias judiciales españolas, el que finalmente dijera que esa doctrina «estaba mal».
Sobre la necesidad de que los presos de ETA hagan pública una petición de perdón para obtener beneficios penitenciarios, el juez aseguró que «no es exigible» un «arrepentimiento absoluto sobre todo en hechos, situaciones o delitos que son consecuencia de planteamientos ideológicos». De Prada sí se mostró, no obstante, a favor de que se reconozca «el daño causado» y que ese gesto se traslade a las víctimas afectadas directamente. «Son situaciones mucho más individualizadas», sostuvo.
La asociación catalana de víctimas y Dignidad y Justicia suscribieron horas más tarde de esa conferencia un escrito en el que cargan contra el juez De Prada por defender «un más favorable» trato penitenciario a quien «ha matado por su chaladura a ciudadanos inocentes en defensa de un ideal falaz y sin fundamento».