Un Memorial contra el yihadismo en Madrid

Un paso pionero. España se convertirá en el primer país europeo que ponga en marcha un Centro para la Memoria dedicado, específicamente, al terrorismo yihadista. Su sede estará ubicada en Madrid. Y tendrá entre sus prioridades encargarse de recordar a todo el que quiera escuchar qué es y qué ha hecho contra España el radicalismo islamista, para que no se olvide. Se tratará de estudiar los orígenes ideológicos y sociales de este terrorismo y la interpretación violenta del Islam por parte de estos criminales, así como explicar la deslegitimación de dicha interpretación que realiza la mayoría de las autoridades religiosas islámicas.

El ministro del Interior, Jorge Fernández, recibió ayer el informe de la comisión de expertos para la definición del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, que estará ubicado en Vitoria y que se encargará fundamentalmente de que no se olviden los crímenes de ETA. En dicho informe, estos analistas apuntaban una serie de propuestas, entre ellas la creación de una sede dedicada específicamente al yihadismo. El ministro hizo suya inmediatamente la propuesta y le dio luz verde.

Como recuerdan los expertos en sus escritos, no se trata sólo de los atentados del 11-M. La actuación yihadista contra España arranca en julio de 1984, cuando la Policía española detuvo a un comando iraní de los Mártires de la Revolución Islámica que pretendía atentar contra un avión saudí en Madrid. Ya en 1985 se perpetró el atentado del restaurante El Descanso, cerca de la base norteamericana de Torrejón, que se saldó con 18 muertos y 82 heridos. En 1993 y 1994, los terroristas del Grupo Islámico Armado (GIA) acabaron con la vida de varios españoles en Argelia.

La pretensión es que este centro sirva de referencia, análisis y educación sobre lo que es este tipo de terrorismo. También se persigue marcar una clara línea roja: no criminalizar el Islam y huir de lo morboso.

De forma virtual, la sede de Madrid estará conectada con la central del Memorial asentado en Vitoria. En su informe proponen que esta sede central debe ser «más que un museo». «Su línea de fondo debe estar marcada por la mirada de las víctimas del terrorismo para provocar una reflexión sobre la violencia injustificada que han sufrido y contribuir a la necesidad de una autocrítica y a la deslegitimación del terrorismo». La «misión principal» del centro es la conservación de «las huellas del terrorismo y la memoria de sus víctimas». Abogan los expertos por que en el centro se desarrollen «actividades dirigidas específicamente a los jóvenes, con particular atención a estudiantes de ESO y Bachillerato». También para «preparar a los docentes con objeto de que se familiaricen con los problemas relacionados con el terrorismo y sus víctimas y puedan sensibilizar a sus alumnos».

La sede de Vitoria «debe tener una exposición permanente cuyo eje vertebrador serán las víctimas de ETA, sin olvidar las de otros grupos terroristas». También tendrán espacio terrorismos como el de los GAL, el Batallón Vasco Español o los Grapo.

EL MUNDO – 13/02/15