EL MUNDO – 30/12/15 – SANTIAGO GONZÁLEZ
· Todos los partidos llevan en su interior un predador y el del PSOE es un tiburón blanco. Susana le decía a ‘Pdro’ lo mismo que Alvy Singer a Annie Hall al final de su noviazgo: «Las relaciones son como un tiburón; tiene que moverse constantemente hacia adelante o se muere, y me parece que lo que tenemos entre las manos es un tiburón muerto».
Las dos almas del PSOE se enfrentaron el lunes y por primera vez me pareció que las dos tenían razón. Dijeron los barones que el PSOE no puede sentarse a negociar asuntos extraconstitucionales y tenían razón. Sánchez replicó que algunos de sus interpelantes estaban gobernando sus autonomías después de haberlas negociado con Podemos, y también la tenía.
Es verdad que ninguno de ellos tuvo que negociar la autodeterminación de Extremadura, Castilla-La Mancha o la Comunidad Valenciana. Y que tenía a mano un ejemplo más claro: «Mirad a Patxi, que me apoya como un solo hombre y una sola mujer. Pues para ser lehendakari tuvo que negociarlo con el PP. Eso sí que tuvo que ser duro». Hay cosas que les unen. Los 250 del Comité Federal piensan que el PP es una opción más indeseable que Podemos. Por otra parte, Susana y los barones insumisos comparten un afán con Pablo Iglesias y sus alcaldesas sincopadas: los dos quieren fumigar a Sánchez.
Tienen razón los barones al considerar que el líder que ha llevado al partido al cuarto lugar en Madrid debería haber dimitido la misma noche del recuento, pero los cuartos salen muy coriáceos: ahí está el de Junts pel Sí por Barcelona, todavía candidato a su investidura.
Rajoy ha apurado ya las conversaciones con los otros tres sin acercarse a un acuerdo. Podría seguir explorando las posibilidades de IU, el PNV o la tropilla de Rufián, pero no parece que ahí tenga una mayoría estable. Hoy por hoy, tal como está el tema, todo hace presumir que fracasará y habrá llegado la vez para que Pdro Snchz ensaye su propio fiasco.
El lunes contaba que el PSOE se enfrenta a una conjura del PP, Podemos, C’s y los poderes económicos. ¿Y con quién quiere pactar entonces? Pues con uno de los conjurados y un par de nacionalistas que se distraigan. El Ibex 35 y la banca cambiarán de actitud en cuanto el presidente del cambio que ha pedido España nombre ministro de Economía al concejal de Hacienda de Carmena, Carlos Sánchez Mato, que tiene un pufo con Hacienda de 4,7 millones de euros.
Claro que frente a la urgencia congresual del Comité Federal, también tiene razón la Ejecutiva: no es sensato abrir el melón de un Congreso sin haber concluido las negociaciones para la formación de un Gobierno, incluso en medio de otra campaña electoral. Esto depende de lo que consideren más nocivo para el partido: si el caos o la continuidad de Sánchez, que en el fondo vienen a ser lo mismo. La precariedad de Sánchez es palmaria. ¿Por qué iba a auparle Iglesias a la Moncloa, si tiene tantas ganas de cargárselo (o más) que sus propios barones? Le sale más a cuenta la repetición de los comicios: se carga a Sánchez, da el sorpasso al PSOE y aumenta sus cuatro grupos. No hay quién dé más.