Un yihadista policía asesina a tiros al embajador ruso en Turquía por la guerra siria

ABC 20/12/16

· Disparó al diplomático al grito de «¡es una venganza por Alepo!», en una exposición de fotografía en la capital

Un asesinato en un centro de arte en Ankara amenaza con agravar todavía más la ya extremadamente compleja guerra en Siria. El embajador de Rusia en Turquía, Andrey Karlov, murió ayer después de sufrir un ataque armado, mientras inauguraba una exposición fotográfica en la capital turca.

El diplomático había acudido al acto cultural sin apenas escolta, como sucede a menudo en este tipo de eventos. Un periodista presente en la sala señaló que el embajador había llegado solo con un asistente y un traductor. De hecho, el atacante era una de las personas que, se supone, debía protegerle: un joven agente de la policía turca de 22 años, según confirmó el ministro del Interior, Süleyman Soylu.

Según la información comunicada, el terrorista ha sido identificado como Mevlüt Mert Altintas, graduado en la academia policial hace apenas dos años, en 2014, en un centro de Esmirna, en el oeste del país. Este se hizo pasar por miembro de la seguridad del evento al que había acudido a inaugurar el embajador ruso. Primero le dejó pronunciar su discurso durante varios minutos para luego abrir fuego contra él por la espalda en repetidas ocasiones. Tras lo que gritó: «¡No se olviden de Alepo, no se olviden de Siria. A menos que nosotros estemos seguros, ustedes tampoco sentirán seguridad. ¡Vuelvan, vuelvan! Todos aquellos que compartan esta opresión y tortura pagarán por ello. Esta es una venganza». Además también lanzó la proclama islamista por excelencia, «Allah u-Akbar» (Dios es el más Grande, en árabe): el lema recurrente del yihadismo.

«Neutralizado»
El atacante, vestido de traje, a la manera de los guardaespaldas, se atrincheró en el edificio tras el ataque, aunque pocos minutos después la Policía consiguió «neutralizarle», según informó la agencia semioficial de noticias Anadolu. Este es un término normalmente utilizado por los canales oficiales del Gobierno para referirse a las bajas entre los «terroristas».

El embajador fue rápidamente trasladado hasta el cercano hospital de

Güven, pero los médicos no pudieron hacer nada por salvar su vida. Al menos otros tres heridos también fueron trasladados al mismo centro médico.

Las autoridades turcas no tardaron en reaccionar a la sangrienta noticia. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, habló personalmente con su homólogo ruso, Vladimir Putin, a través del teléfono. «Turquía ofrece sus condolencias a los ciudadanos rusos y a su presidente por la muerte del embajador ruso en Ankara», declaró Erdogan posteriormente.

Mientras, desde el Gobierno se describió el suceso como «un ataque terrorista contra la relación de Turquía y Rusia». «Turquía llevará ante la Justicia a aquellos que están detrás de este atroz ataque terrorista; no dejaremos que las relaciones entre Turquía y Rusia sean dañadas», aseguró ayer el primer ministro Binali Yildirim.

No hay duda de que desde Ankara se trabaja ya intensamente para rebajar la tensión y evitar una reacción airada de Rusia, como ya sucedió hace un año después de que un avión turco derribara un caza ruso cerca de la frontera con Siria. Las sanciones económicas que Moscú impuso contra Ankara dañaron notablemente las arcas turcas.

A pesar de haber criticado duramente a Putin durante aquellos meses de tensión, tras el fallido golpe de Estado el Gobierno cambió la retórica y culpó a los seguidores de Fetulá Gülen, el teólogo residente en Estados Unidos, de haber maquinado aquel incidente. Ayer, el alcalde de Ankara señaló a los gülenistas como autores de este último ataque.

Además, debido a los acontecimientos en Siria, y sobre todo en Alepo, el delicado momento elegido por el atacante no parece haber sido una casualidad. Rusia y Turquía son dos de los grandes actores internacionales de la guerra siria. Mientras Moscú es el principal apoyo del régimen de Bashar al Assad, Ankara ha sido muy activa armando y prestando ayuda a diferentes milicias rebeldes. Precisamente hoy se reúnen en la capital rusa los ministros de Exteriores de Irán, Turquía y Rusia. El encuentro se preveía como una manera de aumentar la cooperación para encontrar una salida política al conflicto sirio.

Manifestaciones
Desde la ofensiva contra Alepo del régimen de Al Assad, con la ayuda clave de Rusia, la hostilidad de la opinión pública turca contra el Gobierno de Moscú había aumentado significativamente. Diversas y multitudinarias manifestaciones se han organizado frente al consulado general de Estambul, que mantiene una alta presencia policial en sus puertas.

No obstante, durante los últimos meses Rusia y Turquía han mostrado, a pesar de sus diferencias sobre la continuidad de Al Assad, un entendimiento en numerosos puntos en lo referente a la guerra en Siria. Analistas expertos en los grupos opositores que pelean contra Al Assad señalan a un acuerdo tácito entre Moscú y Ankara para la caída de Alepo.