EL MUNDO – 23/04/15 – VICTORIA PREGO
· Las bombas de neutrones estuvieron de actualidad en la década de los 80, en plenas negociaciones Este-Oeste sobre desarme, y fueron rechazadas por varios países miembros de la OTAN, que se plegaron ante la presión de sus opiniones públicas. Su principal característica es que tenían una inmensa potencia de destrucción, pero sólo de los seres vivos, dejando intactos edificios, carreteras y todo tipo de instalaciones. Una bomba de neutrones lanzada sobre una ciudad habría dejado en pie su esqueleto entero, pero habría destruido todo vestigio de vida.