DIARIO VASCO, 14/11/11
Las encuestas sitúan al PSOE en números de 1978 mientras un Rajoy lanzado supera la prueba del coso de Valencia
La campaña electoral encara desde hoy su recta final. Cinco días que se pueden hacer muy largos al PSOE y su candidato a tenor de las catastróficas encuestas que ayer, último día para los sondeos, hicieron públicos los principales medios de comunicación. Si antes de la campaña los 125 escaños de Joaquín Almunia en 2000 eran ya un límite bajísimo, después de las previsiones de ayer, hasta esa cifra parece ya inalcanzable para Alfredo Pérez Rubalcaba y los suyos. Lo más preocupante es que hasta dos periódicos tan opuestos como El País y El Mundo se pusieron de acuerdo en pronosticar para el aspirante socialista 112 escaños, un cataclismo en toda regla, que sería el peor registro del PSOE desde 1978.
Los socialistas intentan consolarse con algunos estudios internos que reducen la ventaja del PP a nueve puntos, mucho menos de los entre 14 y 18 que marcan los principales sondeos. Apelan también a 1996, cuando, contra pronóstico, Felipe González logró aquella ‘dulce derrota’. El PSOE ayer puso toda la carne en el asador. Metió siete mil personas en un mitin en Zaragoza, llevó al expresidente y apeló a los indecisos para que no sean «indiferentes». Hasta Patxi López se fue a Santander a hacer campaña por Rubalcaba, lo que le valió las chanzas del PNV, que le acusó de abandonar su «responsabilidad como lehendakari».
Precisamente López apunta a futuro hombre de referencia en el complicado ‘día después’ del PSOE si se confirman los malos augurios. El PSE-EE es el único que salvaría los muebles, según las encuestas, con cinco diputados vascos. Ello unido al desplome del partido en Cataluña y Andalucía, la otra comunidad en la que gobiernan, aunque en cinco meses hay elecciones, hace que el lehendakari, como ya adelantó este periódico el martes, aflore como una de las principales opciones para liderar el partido. En este viaje puede estar acompañado de otro socialista vizcaíno, Eduardo Madina, al que le unen lazos políticos y personales. Madina tiene juventud, proyección, experiencia en el Congreso, donde ha dirigido el grupo parlamentario del PSOE, y carisma en Euskadi, por su coraje tras el atentado de ETA que le mutiló una pierna.
El brindis al sol de Navarra
Mientras, a Mariano Rajoy se le pueden quedar cortos los 183 escaños de la mayoría absoluta de José María Aznar. No hay sondeo que le dé, en la más pesimista de las hipótesis, menos de 184. Los más optimistas le dejan a cuatro asientos del récord de 202 alcanzado por González en 1982. La buena noticia de las encuestas coincidió, además, con el día D de la campaña del PP: el del mitin en la plaza de toros de Valencia, termómetro fiel del empuje electoral de los populares. Y el resultado no pudo ser mejor. Veinte mil simpatizantes que dibujan para el resto de campaña un panorama fijo de holgura para Rajoy.
Tal vez por eso, el candidato del PP se permite ya lanzar propuestas como la de cerrar legalmente la puerta de la incorporación de Navarra a Euskadi, mediante una reforma de la Constitución. Un guiño a UPN difícilmente materializable en el Congreso ya que necesitaría 3/5 de los votos. La posibilidad es muy remota, ya que el PSOE no va a entrar a abrir ese melón y los números no dan con los grupos minoritarios. La propuesta de Rajoy, al mismo tiempo, puede tener el efecto de movilizar todavía más al creciente sector nacionalista vasco de la Comunidad Foral.
De hecho, la propuesta del PP consiguió enrabietar a Iñigo Urkullu, uno de los que se presume puede ser un potencial aliado del previsible nuevo presidente. El líder del PNV calificó la iniciativa de «antidemocrática». Los nacionalistas, tanto los vascos como los catalanes de CiU, uno de los partidos que experimentaría una importante subida, de 10 a 14 escaños, deberán esforzarse para evitar que el PP pueda tener la tentación de convertir su mayoría absoluta en un rodillo.
Los problemas para el PSOE no provienen sólo del PP. Una parte de las fugas socialistas beneficiará las opciones de Izquierda Unida, que tras quedar laminada en 2008 volvería a recuperar un grupo propio, con al menos seis escaños. Las duras reformas contra la crisis que se vio obligado a adoptar el Gobierno y movimientos como el 15M han devuelto a IU, representada en Euskadi por Ezker Anitza, parte de ese voto izquierdista que se había llevado Zapatero o que, simplemente, estaba desmovilizado.
DIARIO VASCO, 14/11/11