EL MUNDO 23/11/12
Según el IEE, sus exportaciones a España descenderían un 50% y el PIB más de un 20%.
El Instituto de Estudios Económicos (IEE), un centro ligado a la CEOE, considera que no es viable la independencia de Cataluña, pretendida por el actual Gobierno de esta autonomía, porque su situación económica sería «catastrófica».
Según el informe que presentó ayer, elaborado por ocho catedráticos y economistas, sus exportaciones descenderían drásticamente, sobre todo a España, así como las renta per cápita y el empleo. Además, no podría volver a integrase a la UE en al menos cinco/ocho años, y si esa independencia se obtiene mediante un proceso de secesión, estaría 30 años fuera de la UE porque, además de España, todos los países la tendrían que reconocer como Estado.
Según Clemente Polo, catedrático de Fundamentos de Análisis Económico de la Universidad Autónoma de Barcelona, «la economía catalana no puede explicarse sin la relación privilegiada con el resto de España». Por ello, en el caso de independencia, «Cataluña perdería un 50% de sus actuales exportaciones al resto de país, y no podría vivir en dos décadas sin esas ventas».
Según Polo, este hecho produciría una auténtica «catástrofe» en los sectores productivos catalanes, con «pérdidas brutales». Y, junto a la caída de las exportaciones, también se reducirían las importaciones al tener que dejar de ser miembro de la UE, y la salida de capitales no sería compensada por entradas. Por tanto, se reduciría la masa de euros en circulación. Todo ello provocaría una caída del PIB del 20,5%, un descenso del empleo de un 25% en la agricultura y sectores industriales y de un 20% en los servicios.
Mientras, los bancos catalanes tendrían que «hacer las maletas y venir a España para operar con la UE». Y, por si fuera poco, Cataluña debería devolver a España el capital público instalado en esta comunidad, unos 80.000 millones, «que ha sido financiado por todos los españoles. También tendría que hacerse cargo de la parte correspondiente de la deuda pública de España. Le correspondería unos 180.000 millones. Ahora mismo, recordó Polo, «no tiene para pagar a sus empleados, proveedores y no puede acudir a los mercados a buscar financiación».
Por su parte, Donato Fernández Navarrete, catedrático de Economía Aplicada de le Universidad Autónoma de Madrid, señaló que «Cataluña nacería como un Estado fallido e inviable económicamente» porque su separación implicaría una disminución de su PIB en más de 42.000 millones. De ellos, 12.100 millones se deberían a la disminución del saldo comercial, 13.600 por la deslocalización de empresas y otros 16.500 más por la contracción de la demanda interna (consumo e inversión). En estas condiciones, necesitaría unos Presupuestos de 48.000 millones, frente a los 30.000 actuales.
Según el presidente del IEE, José Luis Feito, el Gobierno catalán debería decidir si emite nueva divisa propia o si mantiene el euro. En el primer supuesto, debería crear su propio banco central y abandonaría el patrón-oro. Ello provocaría más inflación «y la deuda se multiplicaría por dos». Si sigue con el euro como divisa, tendría problemas de credibilidad «y los bancos catalanes no podrían acceder al Eurosistema». «El que busca la secesión no sabe lo que hace, porque no sabe lo que deshace», manifestó.
Por su parte, Joaquín Trigo, director general del IEE, señaló que «si ahora mismo Cataluña entrara en la UE no recibiría un euro, ya que para el cálculo se tomaría la renta de 2009 y en aquel momento era superior a la media europea, aunque ahora digan los políticos que España ha expoliado a esta comunidad».
EL MUNDO 23/11/12