MIKEL BUESA-Libre Mercado

  • La izquierda yerra en su batalla contra los impuestos bajos. En su laberíntico cerebro se alimenta la ceremonia de la confusión.

Un hervidero de pensamientos, / alimento para los leones. / El cerebro como un laberinto / en un nido de especulaciones.

Enrique Bunbury.

Hay que ver la que se ha montado con el asunto de la rebaja fiscal en Andalucía. Aunque llueve sobre mojado porque en esto de los impuestos ha encontrado el centro-derecha un filón para acorralar a la izquierda en ese hervidero de pensamientos que en nada reflejan el mundo real y cuya expresión —alimento para los leones— se sustenta sobre dos falsas creencias: la primera, que para aumentar la recaudación fiscal es necesario elevar los tipos impositivos; y la segunda, que la capacidad redistributiva del Estado depende crucialmente de la progresividad de los ingresos tributarios. No me extenderé mucho sobre estos dos axiomas falaces, pero no me queda más remedio que recordar, con respecto al primero, que hace muchos años aprendí en la Facultad de Económicas, de la mano de Enrique Fuentes Quintana, que los altos tipos impositivos constituyen un incentivo muy poderoso para la elusión y el fraude fiscal; y con respecto al segundo, que las investigaciones recientes sobre el funcionamiento del Estado del Bienestar muestran con claridad meridiana que el potencial redistributivo de las prestaciones monetarias de éste multiplica por diez a la capacidad de los impuestos directos para hacer más equitativo el reparto de la renta.

Así que está claro que la izquierda yerra en su batalla contra los impuestos bajos por la doble vía de no favorecer con ellos el potencial recaudatorio de las Administraciones Públicas y, en consecuencia, no poder dedicar suficientes recursos a mejorar la equidad distributiva. Y, de esta manera, en su laberíntico cerebro se gesta un sinnúmero de especulaciones que alimentan la ceremonia de la confusión.