EL MUNDO – 04/11/15
· EH Bildu copia la ley catalana anulada por el Constitucional y la registra en el País Vasco.
Sostiene EH Bildu, que ayer registró en el Parlamento vasco su Ley de Empoderamiento para dar un «paraguas legal» a un referéndum soberanista, que no podrán promover una consulta de iniciativa ciudadana en el País Vasco «las personas que incurran en alguna de las causas de incompatibilidad que la legislación vigente establece para los cargos electos y altos cargos de las instituciones catalanas». ¿De las instituciones catalanas? Sí, porque la ley de consultas en la que la coalición de la izquierda abertzale lleva trabajando varias semanas es en realidad un corta-pega de la versión castellana del texto aprobado en Cataluña en septiembre de 2014 y que fue anulado en febrero de 2015 por el Tribunal Constitucional.
En ese párrafo concreto, el 31.2.f, ni siquiera se ha sustituido «catalanas» por «vascas», aunque en el resto del articulado el «president de la Generalitat» sí se ha convertido en el «lehendakari» o el «Diari Oficial de Catalunya» en el «Boletín Oficial del País Vasco».
Están tomados de Cataluña desde trozos enteros del preámbulo hasta las disposiciones finales, que «ordenan» a los ciudadanos que «cooperen» para desarrollar las consultas populares, y a las instituciones y tribunales que hagan «cumplir» esta normativa, aunque ello les suponga un conflicto con la legislación estatal que están obligados a acatar.
La propuesta de EH Bildu es así una reproducción literal del texto catalán en el grueso de sus artículos. Los cambios son mínimos y sirven para incorporar a las diputaciones forales, que no existen en Cataluña, para rebajar de 75.000 a 5.000 las firmas necesarias para convocar una consulta a iniciativa ciudadana y para borrar la referencia a los derechos reconocidos en la Constitución española como algo intocable e imposible de someter a referéndum (EH Bildu prefiere en este punto la Carta de Derechos de la Unión Europea).
Fueron los líderes de los cuatro partidos que integran EH Bildu (Sortu, EA, Aralar y Alternatiba) los que presentaron la ley de consultas vasca. El presidente de Sortu y de la coalición, Hasier Arraiz, ejerció de portavoz. La norma prevé «recabar» del Estado la «capacidad» para convocar un referéndum, aunque el previsible no del Gobierno (el texto recoge tal cual la media docena de preceptos que el Constitucional anuló a Cataluña) no frenará las ansias independentistas de EH Bildu. «Si Madrid niega los derechos, se irá a un escenario de confrontación y EH Bildu está preparado para ello. Vamos a obedecer únicamente al mandato que nos dé la ciudadanía vasca», dijo Arraiz.
Como Convergència a ERC, la izquierda abertzale necesita la suma del PNV para dar cauce a su propuesta. «Hay 48 [parlamentarios de PNV y EH Bildu] de 75 . Se trata de que nos pongamos de acuerdo en cómo se materializa el derecho a decidir», retó Arraiz.
Pero el nacionalismo moderado vasco no parece muy por la labor. Hace unos días, el lehendakari, Iñigo Urkullu, ya avisó de que no le convencen las «urnas en cajas de zapatos». Urkullu, al que ayer Josep Antoni Duran Lleida puso como ejemplo de sensatez frente a Artur Mas, mantiene un espíritu pactista y de bilateralidad con el Estado y EH Bildu no oculta su «indignación» por ello.
Ayer mismo, el PNV pareció dar un portazo a la propuesta independentista y habló de una «flagrante invasión competencial». También afeó que se plantee el derecho a decidir sin concretar qué se va a decidir. La ley de consultas de EH Bildu no pasará su examen en el Parlamento vasco hasta el 4 de febrero, cuando se votará su toma en consideración.