EL CORREO 11/09/13
MARGARITA RIVIÈRE
Objeto de polémica ha sido la formación de la cadena humana: ¿debe hacerse mirando al mar (dando la espalda a España) o mirando hacia la tierra que simbolizan Montserrat o Poblet?
Una cadena humana de 400 kilómetros atravesará Cataluña hoy, bordeando la costa, desde el límite con la provincia de Castellón hasta Francia. Se trata de celebrar la más impactante Diada (fiesta ‘nacional’ catalana) de todos los tiempos. Con este fin se convoca un ‘evento reivindicativo’ plagado de acontecimientos espectaculares: habrá discursos ‘deslocalizados’ –en Amposta y en Le Perthus–, que se escucharan en todas partes, ‘castells’ humanos con banderas ‘esteladas’ –independentistas– gigantes y cabezudos ‘ad hoc’, sardanas que formarán las letras ‘Catalan way’ –por el lema ‘Vía catalana’ que preside la jornada– repique de campanas en toda Cataluña a la hora mágica de las 17,14 –en recuerdo de la fecha de 1714 que marcó la derrota en la guerra de sucesión española y el fin del sitio de Barcelona por las tropas de Felipe V. Un discurso de impulso a la independencia desde la plaza Cataluña hecho por Carme Forcadell –profesora de catalán, funcionaria y dirigente de ERC– presidenta de la Associació Nacional Catalana que promueve la convocatoria, será el punto clave de exaltación política.
Se ha convocado a la prensa internacional a presenciar, sin escatimar medios, todo el programa ya ensayado estos días. Lo que se pretende es mostrar un clamor cuando a las 17,14 horas los cientos de miles de miembros de la cadena –es una incógnita cuántas personas cubrirán el espacio– se den las mano para simbolizar la fuerza de la convicción: la independencia nos guía. A las 18 horas está previsto que toda la cadena cante ‘Els segadors’, himno catalán por excelencia. La organización anunció 350.000 inscritos y pidió voluntarios para cubrir huecos –principalmente en Tarragona–, que serán trasladados en autobuses.
Se prevé un tráfico tan intenso que dos de las principales autopistas han decidido levantar el peaje: se circulará gratis. Lo mismo sucede en la ciudad de Barcelona, donde la cadena tiene ramales en la Sagrada Familia y el Camp Nou (hasta el palco presidencial). Movimientos sindicales y políticos alternativos han preparado, con lemas no independentistas, otra cadena que rodee el edificio de ‘La Caixa’ y puede haber otras cadenas ‘por libre’. El movimiento 12/0 (por 12 de octubre, fiesta de la Hispanidad) no ha conseguido el permiso para rodear la Sagrada Familia y han convocado un rezo masivo en el interior del templo. Tres de los siete obispos catalanes no han dado permiso para el repique de campanas a las 17,14 y un puñado de párrocos han anunciado su desacuerdo.
Objeto de polémica ha sido la formación de la cadena: ¿debe hacerse mirando al mar (dando la espalda a España) o mirando hacia la tierra que simbolizan Montserrat o Poblet? Ya se verá el resultado. La organización, que ha hecho un trabajo exhaustivo de preparación asignando tramo a tramo los participantes, no ha dado cifras sobre el costo del evento, si bien ha hecho circular que se autofinancian con las cuotas de sus miembros y con la venta de camisetas (amarillas) con el lema ‘Vía catalana’, ‘Independencia’ o ‘Fem vía’ que cuestan 10 euros en la tienda ‘on line’ cuyo eslogan es ‘Vive plenamente en catalán’ y ofrece amplio ‘merchandising’.
En resumen: por un motivo u otro, todos los catalanes van a estar pendientes de ese acontecimiento inspirado en la cadena báltica que, en su momento, llamó la atención sobre la petición de independencia de los países ex soviéticos Estonia, Letonia y Lituania, hoy miembros de la UE. El mayor tamaño de Cataluña convierte el hecho en un reto importante, cuyo éxito mayor o menor será objeto de polémica, según se lo apunten quienes sostienen que la cadena es una reivindicación de la independencia y quienes aseguran que lo que se pide es el ‘derecho a decidir’ y su correspondiente consulta.
Es fácil de entender: sólo ERC y el pequeño partido (3 diputados) de la CUP piden la independencia abiertamente. CiU están por la consulta, si bien Mas, que no asistirá mañana, declaró en 2010, discurso de investidura, que si hubiera una consulta él votaría a la independencia. Durán Lleida, en cambio, se ha proclamado no independentista pero podría asistir.
A favor del ‘derecho a decidir’ entendido como apoyo a la consulta, están el PSC (que se ha declarado expresamente no independentista y federalista) e ICV, el grupo de excomunistas y ‘verdes’. Tanto UDC, PSC e ICV han dado libertad a sus militantes para sumarse a la cadena aunque no la apoyan oficialmente: unos y otros tienen miembros declarados independentistas. Y están en contra de la cadena y la independencia, tanto C’s (‘Ciutadans’, 9 diputados’) como el PPC de Sánchez Camacho.
Desde la anterior Diada (2012) hasta hoy el independentismo catalán ha aumentado considerablemente (las encuestas son contradictorias, pero coinciden en ello). La actitud del Gobierno Rajoy, parece claro, ha contribuido sin tregua a la radicalización: apenas un 15 % de catalanes, incluidos no independentistas, espera ya nada del Gobierno de Madrid.
Puede hablarse de hartazgo catalán en muchos sentidos, también hacia el ‘no gobierno’ (la puntilla ha sido la prórroga de los presupuestos de 2013 apoyada por ERC) de Artur Mas en este último año y sus extraños giros políticos y sociales. El último ha sido, coincidiendo con la Diada y con el anuncio de su encuentro secreto con Rajoy, que la consulta sólo podía valer si era legal o ‘tolerada’ por el Estado. Ahora quien se autoproclamó campeón de la austeridad, dice que lo primero es el Estado del bienestar.