EL CORREO 22/12/13
· Los radicales rodearon la unidad y golpearon los cristales con barras metálicas mientras miles de personas celebraban en las inmediaciones la feria de Santo Tomás
Un grupo compuesto por una docena de encapuchados perpetró ayer un ataque organizado contra un tranvía que circulaba con pasajeros en Bilbao. Los radicales consiguieron detener el vehículo cerca del Teatro Arriaga, en las inmediaciones del tradicional mercado de Santo Tomás, que a esas horas estaba atestado de ciudadanos. Después golpearon la parte delantera y trasera del convoy con barras metálicas y realizaron pintadas a favor de los presos de ETA.
Aunque no hubo heridos, el ataque de kale borroka provocó diversas muestras de condena y rechazo por parte del Gobierno vasco y de los partidos políticos, que emplazaron a la izquierda abertzale a condenar los hechos.
El episodio de violencia callejera se produjo sobre las dos y cuarto de la tarde, según confirmó el Departamento de Seguridad del Gobierno vasco. Entre diez y doce individuos con la cara tapada rodearon el tranvía cerca del puente de La Merced y empezaron a asestar golpes a los cristales delanteros y traseros de la unidad. Al mismo tiempo, realizaron diversas pintadas en los laterales del vehículo como ‘jotake’ y ‘amnistia’.
Acto seguido, los encapuchados salieron corriendo de allí y se mezclaron con la multitud que en ese momento se encontraba por el Casco Viejo de Bilbao lanzando a la ría los botes de pintura que habían usado. El ataque no produjo heridos, pero las lunas del tranvía quedaron dañadas y el conductor, con un gran «susto» en el cuerpo, tuvo que conducirlo hasta las cocheras para ser sustituido. El pasaje fue trasladado a otra unidad.
El viceconsejero de Transportes y presidente de Euskotren, Antonio Aiz, condenó con «rotundidad» la «violencia ejercida por un grupo de personas encapuchadas y armadas con barras metálicas». El representante del Ejecutivo advirtió que el ataque puso «en peligro» tanto a los usuarios como al conductor. «No sé qué explicación puede tener el hecho de agredir de esta forma a la ciudadanía que utiliza el transporte público y a un trabajador como es el conductor de ese tranvía», recalcó Aiz.
Desde el Ayuntamiento de Bilbao también se censuró duramente lo ocurrido. La segunda teniente de alcalde, Ibone Bengoetxea, consideró «intolerable» el suceso. Por su parte, el director delegado del gabinete de Alcaldía, Andoni Aldekoa, mandó un mensaje a través de las redes sociales: «Quien deba pararles (en alusión a los radicales), que les pare».
En esta misma línea, el secretario de Organización del PSE, Rodolfo Ares, reclamó a la izquierda abertzale que «controle a su gente» y que les recuerde que ataques como el de ayer son «inaceptables». Ares, además, pidió a los líderes de Sortu que dejen de hacer especulaciones como las que han realizado últimamente sobre la posibilidad de que los actos de violencia callejera y ataques a sedes de partidos hayan sido provocados por «miembros de las fuerzas policiales o infiltrados».
La parlamentaria del PP Nerea Llanos mostró su «condena más absoluta» al ataque y exigió a Bildu que «condene estos comportamientos» que recuerdan «a tiempos pasados». Sin embargo, también emplazó al Gobierno vasco a ser «contundente» con las acciones de violencia callejera que, como se está demostrando, «no son hechos aislados», y le exigió que persiga a sus autores.