EL MUNDO 23/08/13
· Arantza Garbayo aparece tras 17 años en la cárcel por intentar asesinar a Fraga.
Justo un día después de que la asociación Dignidad y Justicia denunciara a la Audiencia Nacional actos de enaltecimiento del terrorismo en las txosnas de Aste Nagusia, Arantza Garbayo, ex presa de ETA, hizo ayer acto de presencia en el tradicional Día de la Txupinera. Garbayo fue condenada en 1998 a 45 años de cárcel por pertenecer al comando Galicia, que planeó atentar contra Manuel Fraga, entonces presidente de la Xunta. Un año después, las comparsas decidieron nombrarla txupinera pero, al estar en prisión, no asistió a ningún acto, aunque las comparsas pasearon su silueta de cartón por todos ellos.
Abandonó la cárcel en junio y ayer, pasados 14 años desde su nombramiento, prendió, vestida de uniforme, varioscohetes. Le acompañó en todo momento Jone Artola que, a pesar de la suspensión cautelar del juez, ejerce de txupinera a diario.
La misma Garbayo no dudó en señalar la importancia simbólica de su presencia en el acto. «Ha tenido mucho significado», indicó, «lo que no pude hacer en su momento lo he hecho hoy». Y también puso sobre la mesa lo que le rondaba la cabeza cuando encendió un txupin: «Lo he lanzado en mi nombre y en el nombre del colectivo de presos políticos vascos».
Carballo huyó de Bilbao en 1994 cuando se desarticuló el comando Vizcaya y fue arrestada en 1996. Entonces le condenaron a ocho años de prisión por pertenencia a ETA. Cuando se descubrió su participación en el comando Galicia, dos años después, la condena aumentó hasta los 45 años. Sin embargo, en febrero el Tribunal Supremo argumentó que la pena para el delito más grave del que estaba acusada, conspiración para asesinato, nunca supera los 20 años. Al final, Garbayo pasó 17 años entre rejas.
Su participación pública en el evento de ayer enciende aún más una Aste Nagusia del todo caldeada tras la suspensión cautelar del nombramiento como txupinera de Jone Artola, dirigente abertzale vinculada con asociaciones del entorno de ETA, al prevalecer la memoria de las víctimas. Ni ella ni las comparsas aceptaron la decisión judicial. El Ayuntamiento de Bilbao, que sí se comprometió a cumplir la ley, no le permitió prender el txupin oficial que da inicio a las fiestas. Aun así, Artola contó con todo el protagonismo posible en el balcón del Teatro Arriaga el pasado sábado. Desde entonces, no ha perdido ninguna ocasión para reclamar su papel.