Una izquierda que sigue anclada en el sectarismo político

EL MUNDO – 03/02/16 – EDITORIAL

· El virus de la intransigencia recorre la espina dorsal de la política española, justo en un momento en el que nuestro país debiera haber alcanzado el grado de madurez exigible en una democracia que acumula ya casi cuatro décadas. Así, determinadas fuerzas políticas continúan acreditando su perseverancia a la hora de reverdecer las afrentas personales que se presumían desterradas.

El último ejemplo de esta degradación lo ha ofrecido el Ayuntamiento de Nerva (Huelva). Con el apoyo del PSOE y de IU y la abstención del PP, el consistorio de esta localidad retiró recientemente al columnista de EL MUNDO Arcadi Espada la distinción que le concedió en 2010 por su trabajo y por su vinculación con este municipio, del que era oriundo su padre, Arcadio Espada Pérez. El motivo de esta vejación no se debe a ninguna causa objetiva. En realidad, responde al sectarismo de una parte de la izquierda, incapaz de entender que la tolerancia y el pluralismo son valores intrínsecos e insoslayables en una democracia.

Lo paradójico, por no decir lo esperpéntico, es que el mismo alcalde socialista, Domingo Domínguez, que en 2010 galardonó a Espada por su «impecable labor» –así la consideraba entonces–, ahora le repudia por no ser de su gusto algunas de sus últimas columnas. Especialmente, la publicada en este periódico en noviembre pasado, en la que el periodista catalán abordaba la política con relación a la violencia de género. En el Pleno del 28 de enero, los concejales de Nerva se expresaron con palabras indignas de unos representantes públicos.

En un discurso plagado de descalificaciones, el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Nerva, Isidoro Durán, calificó al columnista de «fundamentalista» y le acusó de «desprecio y superioridad moral respecto a los que opinan de forma diferente a él», justo de lo que el propio portavoz socialista hacía gala con sus deplorables palabras. La portavoz de IU, Isabel Lancha, no se quedó atrás en los exabruptos y sentenció que Espada es un «impresentable misógino». Las direcciones del PSOE y de IU deberían tomar nota de estos epítetos y reprobar a sus ediles.

Arcadi Espada es un reputado columnista y una de las plumas más brillantes de la prensa española. Jalonado por una trayectoria consagrada al periodismo y la docencia, los galardones que atesora dan fe de su nivel intelectual y también de su independencia profesional. Espada es libre de defender las ideas que considere oportunas. Lo que resulta inadmisible es el escarnio al que ha sido sometido por algunos dirigentes que, bajo la apariencia de la corrección política, esconden su escastillamiento en actitudes que exceden el fanatismo y la intransigencia. Parte de la izquierda española, cuya aportación a la reconciliación nacional fue clave durante la Transición, sigue anclada en un sectarismo que abochorna y que aún hoy representa uno de los principales baldones de la democracia española.

 EL MUNDO – 03/02/16 – EDITORIAL