La foto de Iglesias y su tropa avanzando de cinco en fondo hacia la sala de prensa del Congreso recordaba el cuadro de Volpedo Il quarto Stato que servía de fondo al desfile de los títulos de crédito en Novecento, aunque la mera comparación basta para evidenciar cómo han degenerado los obreros y campesinos italianos en el último siglo para llegar a esto. A ver, que Pablo Iglesias está muy sobrevalorado como intelectual es un hecho tan evidente como que la chaqueta le queda grande. La compañía de Alberto Garzón y su novia (la de Iglesias, no la de Garzón).
El lugar de autos era el mismo en el que en enero de 2016 compareció la tropa en plan pentecostés mientras Pedro Sánchez hablaba con el Rey. Entonces anunció un Gobierno de coalición PSOE-Podemos, con él de vicepresidente y los ministerios de Economía, Defensa, Educación, Justicia, Interior y Plurinacionalidad. Citó expresamente los nombres de dos ministros que tenía in péctore: Alberto Garzón e Irene Montero. Vocación por la excelencia se llama la figura. Ah, y también se pidió el control de RTVE.
Ayer volvió su mejor estilo. Él ya había avisado en Zaragoza en 2013 que entre educación y propaganda, propaganda, sin lugar a dudas. El portavoz del PNV ha mostrado una leve perplejidad por lo que se enseña en las Facultades de Políticas, tan «alejado de las prácticas parlamentarias». No parece que una moción de censura pueda plantearse comunicando tus intenciones a tus socios 15 minutos antes de la rueda de prensa. Diez minutos después de su comparecencia ya había fracasado la moción, pese a lo cual insiste.
La moción de censura constructiva incluye necesariamente un candidato alternativo al que se pretende censurar, pero esto no debe de parecerle un detalle importante a este chaval. Debería estudiarse las dos que se han presentado en nuestra historia constitucional: la de Felipe González contra Adolfo Suárez (mayo de 1980) y la de Hernández Mancha contra González siete años después. Los dos fracasaron, pero González aguantó las tarascadas de los barones ucedeos y demostró que tenía madera presidencial, mientras a Hernández Mancha lo laminaron los socialistas y lo enviaron al olvido.
Calcular mal la estrategia puede salirle caro. El intento de imponer a Irene Montero en Hora 25 para sustituir a Errejón, un suponer. Ángels Barceló se lo explicó en términos muy claros, pero la pareja feliz no lo entendió y el resultado es que la SER ha fichado a Tania Sánchez, la anterior inquilina del corazón del sultán.
No le parece a Iglesias que la cuestión del candidato sea relevante, pero parece que piensa en sí mismo. No se entendería celebrar la moción antes de que el PSOE haya resuelto sus primarias. Bueno, sí, en realidad las primarias se las va a resolver él y la moción de censura no es contra el PP, sino contra el PSOE, pero no creo que los socialistas vayan a repetir lo de Carmona, aupar a la alcaldesa de Podemos tres semanas después de que Iglesias lo tachara públicamente de «toooonto» y «subnormal». Para algunos papeles hay que valer.