Pilar Ferrer, 21/8/11
En su escalada de provocación, los bilduetarras no cesan. Una vez más, y en el marco de un foro catalán de universidad estival, curiosamente ubicado en Francia, Martín Garitano, personaje de rostro altivo, mirada siniestra y convicciones rocosas, ha lanzado otro órdago. No todas las víctimas de ETA son iguales. Y mucho menos, las asesinadas en Cataluña, escenario que para el Diputado General de Guipúzcoa es un gran aliado en sus exigencias soberanistas. Matar allí es, simplemente, un error. Deleznable.
Recuerdan estas palabras al viejo pacto suscrito entre los terroristas y el sector independentista que lideró Carod-Rovira. El ya retirado dirigente de ERC no tuvo empacho en viajar hasta Perpiñán para entrevistarse con «Josu Terera». El que fuera vicepresidente de un nefasto Gobierno tripartito catalán, a pesar de su cargo, habló en tierra francesa con uno de los cabecillas etarras, prófugo de la Justicia, para sellar el acuerdo: ETA podía matar en toda España, menos en Cataluña. Qué gran servicio a los intereses separatistas.
En puertas de la Semana Grande de Bilbao, Bildu prosigue su hoja de ruta. No solo no condena claramente los atentados, sino que recuerda aquel encuentro en Perpiñán que produjo sonrojo. Ahora, las instituciones de Euskadi se llenan de batasunos y se escudan en los presos para el comunicado próximo de la banda. Ello forma parte de una diseñada estrategia, una auténtica farsa carcelaria. Expertos en la lucha antiterrorista señalan que los presos de la banda ETA no son tan decisivos. Es triste. Y, sobre todo, una nueva infamia a las víctimas.
Pilar Ferrer, 21/8/11