Editorial, EL CORREO, 22/2/12
El acuerdo sobre el final de ETA en el Congreso refuerza la democracia
La moción presentada por UPyD instando a la ilegalización de Amaiur dio lugar ayer a una enmienda a la totalidad que, tanto por su contenido como por la amplísima mayoría que lo respalda, se convierte en una declaración de suma importancia en relación al final de ETA. El hecho de que PP, PSOE, PNV, UPN, CiU, IU, Coalición Canaria y Foro Asturias interpreten el cese definitivo de sus actividades violentas, anunciado el pasado 20 de octubre, como «la victoria de la democracia sobre la organización terrorista» y lo hagan de común acuerdo implica el rechazo compartido por casi todas las fuerzas parlamentarias a la más mínima concesión política a la banda. Al comprometerse a «favorecer los esfuerzos hacia una convivencia social construida sobre los principios y valores en que se sustenta el Estado de Derecho» los mencionados partidos fijan los límites de su concepción del nuevo tiempo que se abre con el desistimiento etarra, puesto que la obligada renuncia a las armas en ningún caso puede servir para cuestionar la vigencia de las mismas reglas constitucionales. Al instar al Gobierno a «velar por el cumplimiento de la ley y la persecución, en su caso, de cualquier conducta contraria al ordenamiento jurídico» las formaciones que suscriben la enmienda tienen en cuenta la eventualidad, aunque sea remota, de que el proceso que vive la trama terrorista y el camino emprendido por la izquierda abertzale hacia la legalidad pudieran volverse en sentido contrario. Pero rehúsan solicitar la ilegalización de Amaiur, pretendida por UPyD, porque consideran que la presencia institucional de la coalición independentista contribuye a dificultar la reversibilidad del cese definitivo de ETA. Aunque el texto no llegó a votarse por la tozudez de Rosa Díez, empeñada en la ilegalización de Bildu y Amaiur, supone un acuerdo político de calado y un gran logro de consenso. Fuera del pacto solo quedan la formación abertzale y UPyD, que aun así dio muestras de aceptar su contenido al intentar incorporarlo como enmienda de adición. El discurso de firmeza sigue vigente pero ya se comparte abiertamente que estamos en un nuevo tiempo para el final definitivo de ETA.
Editorial, EL CORREO, 22/2/12