Espadaler sostuvo que «por razones obvias y de campaña» no es posible un acuerdo de Gobierno con los populares, aunque Unió busca un pacto que garantice «la estabilidad» durante la legislatura. Por eso CiU mantiene conversaciones con ERC, que rechazó entrar en el Gobierno, y pretende hablar también con el PSC. El diálogo con el PP que defiende Unió abriría en el futuro nuevas posibilidades de colaboración que hasta ahora CiU ha rechazado.
Unió hizo autocrítica tras los comicios del domingo. En su intervención, el líder de la formación, Josep Antoni Duran Lleida, pidió a sus militantes a «no dejarse arrastrar más» tras un proceso electoral de marcado perfil soberanista, ya que cree que Cataluña va «hacia la «división» y su partido no lo puede permitir. Duran cree que, tras la pérdida de 12 diputados, «Unió tiene que ser consciente de que no se puede dejar arrastrar más. No se trata de romper nada, sino de ser lo que somos», informa Efe. Por eso, advirtió de que «el país va hacia la división: unionistas e independentistas, blanco o negro. Unió no puede identificarse con esta división. Se tiene que superar».
Duran reconoció que CiU ha dejado «huérfanos a centenares de miles catalanistas no independentistas», algo que «Unió no puede permitir».
En este sentido, el partido socialcristiano no eludió la autocrítica. «Cataluña es más plural de lo que creíamos», aseguró Espadaler, que consideró que en campaña no se profundizó en algunos aspectos relacionados con la lucha contra la crisis económica que llevaban en su programa electoral.
En este sentido, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, afirmó ayer que «para el año que viene tenemos una situación que aún es más compleja que la de años anteriores. El ajuste que se hace desde Madrid es mucho más duro, desleal e injusto, y esto nos obligará a gestionar esta situación que ya era compleja, y aún lo será más».
Precisamente, una de las condiciones de Esquerra para apoyar a CiU es evitar que los ajustes económicos para reducir el déficit perjudiquen a la mayor parte de la población. Unió reclamó ayer al Gobierno «responsabilidad» y que «deje de vivirde la improvisación constante».