EL MUNDO – 21/06/15
· Joan Rigol deja el partido y apoyará a Mas, mientras un sector crítico crea una plataforma.
Una semana después de que Unió Democràtica de Catalunya (UDC) viviese bajo la tensión de los resultados de una consulta interna sobre su posición respecto a la independencia –que ha significado su ruptura con CDC–, su Consejo Nacional decidió ayer dar un paso al frente y anunciar que tendrá candidatura propia para las posibles elecciones autonómicas del 27 de septiembre.
Con el 69% de los votos a favor y la oposición del sector crítico soberanista, el Consejo Nacional de ayer, uno de los más tensos que ha vivido este partido, decidió que Unió debe presentarse en solitario a estos comicios y siguiendo la hoja de ruta que aprobó la militancia el pasado domingo.
Tras casi ocho horas y más de 90 intervenciones, el Consejo evidenció una fractura interna dentro de la formación entre los próximos a la dirección del partido y a Josep Antoni Duran Lleida y los soberanistas –que perdieron la consulta interna de la semana pasada– y que anunciaron su decisión de presentar una plataforma de apoyo al proyecto independentista de Artur Mas.
El secretario general de Unió, Ramon Espadaler, aseguró que el partido sigue con su propia apuesta por el proceso soberanista, pero siempre con «cohesión social, calidad democrática y respeto por la legalidad». Además, reiteró que siente la necesidad de «dar respuesta» al electorado tradicional y moderado de CiU que pueda tener «dudas e incertidumbres» sobre el proceso soberanista con el formato que plantean CDC y ERC. Por eso recordó que Unió «tiene mucho espacio y, probablemente, poco tiempo» para prepararse para las próximas elecciones autonómicas, por lo que trabajan contrarreloj para cerrar el calendario que permita elaborar las listas y designar a los candidatos.
Fuentes de Unió no descartaban que además de Duran Lleida, puedan presentarse otros candidatos para liderar la candidatura en su estreno en solitario en unos comicios. Y es que Espadaler recordó que Unió nunca se ha presentado a unas elecciones en solitario en más de 70 años de existencia, y reiteró que lo harán con sus propias siglas cuando en estos momento hay una «tendencia» entre algunos partidos políticos a esconderlas.
Por eso, quiso reivindicar que Unió tiene su «propia marca» así como la hoja de ruta que aprobó la militancia el pasado domingo y que tiene como objetivo la «plena soberanía» de Cataluña, pero respetando la legalidad vigente, la permanencia en la Unión Europea y la exclusión de planteamientos como declaraciones unilaterales.
Respecto al sector crítico, el secretario general de Unió dejó claro que el partido no tendrá «dos candidaturas», ya que «sería una falta de respeto al electorado». Espadaler pidió a los miembros que han perdido la votación que «respeten la decisión de la mayoría».
El Consejo de ayer también sirvió para que uno de los máximos representantes del sector crítico, el ex presidente del Parlamento catalán y ex consejero de la Generalitat Joan Rigol anunciase que deja el partido para estar «al lado del presidente» en su apuesta independentista, aunque no concretó si formará parte de la lista unitaria que anunció Artur Mas. Sobre la marcha de Rigol, Espadaler afirmó que le duele por sus vínculos personales, pero que «las razones de su marcha son las mismas por las cuales yo me quedo».
Además, bajo el nombre Herederos de 1931, el sector crítico de Unió anunció que constituirá una plataforma para apoyar a Mas en su objetivo de conseguir la independencia. Los máximos representantes de este grupo, Antoni Castellà y la presidenta del Parlament, Núria de Gispert, aseguraron que su intención es tender la mano al presidente de la Generalitat para crear «una candidatura con la máxima unidad posible para las elecciones y que proponga abiertamente trabajar para ser un Estado independiente». Con esta plataforma, el sector crítico pretende aglutinar a los militantes de Unió que apoyen la independencia, ya que creen que la hoja de ruta aprobada por el partido hace una semana no lo hace.
Además, lamentaron que se adopte la decisión de presentarse en un Consejo Nacional, cuando se debería convocar un congreso extraordinario que la dirección no quiere hacer por falta de tiempo antes de los comicios de septiembre.