ABC 08/05/16
· Obtiene altos grados de fidelidad. La clave será cuántos acepten las tesis de Garzón
El matrimonio entre IU y Podemos no estará exento de turbulencias. Quienes pese a la emergencia de la formación de Iglesias se mantuvieron fieles a Alberto Garzón el 20-D lo hicieron por un sentimiento de pertenencia. Qué sucederá con ellos es una gran incógnita, y probablemente marcará el resultado de los próximos comicios.
Los sentimientos que desprenden hacia Podemos no son excesivamente alentadores para quienes piensan que los votos de ambas fuerzas sumarán automáticamente. Pero sí son muy positivos los datos de fidelidad que muestran hacia IU y Alberto Garzón. Así que la clave estará en si asumen las tesis de su dirección, aunque signifique coaligarse con un partido por el que no guardan especial simpatía.
El CIS utiliza una escala de 0 a 10 para medir el grado de probabilidad de que los votantes apoyen a un partido determinado. Un dato que se puede consultar además desagregado por partidos. Cuando se pregunta a los votantes de Izquierda Unida, un 29% de ellos señalan el cero. Es decir, en torno a un tercio de quienes optaron por Alberto Garzón el 20-D indican un alto rechazo a Podemos al señalar que no lo votarían nunca.
Si tomamos los cuatro primeros puntos de la escala, que indicarían poca inclinación hacia votar a Iglesias, un 62,4% de los votantes de IU señalan rechazo ante la posibilidad de votar a Podemos. Obviamente, esto no quiere decir que ninguno fuese a votar a la futura coalición, ya que al incorporar a su partido su percepción podría variar. Pero sin duda es un dato relevante respecto a lo que muchos votantes de IU piensan de Podemos.
En una encuesta que se hizo en los primeros días de abril, cuando se preguntaba a los votantes de IU a qué partido votarían si hubiese elecciones, un 72% se mantenían fieles a IU y un 16,1% decían no tenerlo claro todavía. Solo un 1,1% se decantaban por Podemos, un dato inferior incluso al de quienes dicen que votarían a Ciudadanos (3,2%).
Mejor Garzón que Iglesias
Los votantes de Izquierda Unida otorgan una nota muy alta a quien fue su candidato en las pasadas elecciones. Alberto Garzón recibe una nota de 7,26. Mientras que Pablo Iglesias recibe una calificación de 4,06.
Los porcentajes de simpatía que recibe Podemos por parte de los votantes de IU son inusualmente bajos para dos partidos que se pretenden aliados. El 79,6% de los votantes de IU señalan a su propio partido como el que les genera más simpatía. Pero todos los restantes no son asumidos por Podemos. Un 11,8% no opta por señalar a ningún partido. Pero más sorprendente es que un 3,2% dice sentir simpatía hacia el PSOE, y otro tanto hacia Ciudadanos. Solo un 1,1% elige a Podemos en esta categoría. Algo similar sucede en la categoría que combina las variables de voto más simpatía.
Estos indicadores son los que hacen pensar que esa suma tiene riesgos y que ambos partidos podrían perder votos en ese proceso.
Las voces más críticas han venido desde IU. El excoordinador de la formación entre 2000 y 2008, Gaspar Llamazares, criticó que solo un 28% del censo participase en la consulta que aprobó la unión. «Lamento el resultado porque creo que nos equivocamos. Lo acato, pero no lo comparto», señaló, llegando a alertar de que IU «va a ser aplastada».
En Podemos no hay voces públicas que nieguen la unión, pero el número dos del partido, Iñigo Errejón, siempre ha alertado sobre los riesgos: «Los cuentos de ábacos no funcionan casi nunca. Los acuerdos que «se hacen bien multiplican» y los «que se hacen mal» dividen, señaló en una comparecencia reciente en el Congreso.