Navarra vive esta semana un fuerte enfrentamiento político a cuenta de un acto organizado por las instituciones de la comunidad el pasado sábado, 18 de febrero, en reconocimiento a las víctimas de abusos policiales y grupos de extrema derecha. Para los partidos de la oposición, el PP y UPN, en el acto se homenajeó a etarras. Para el Gobierno foral –formado por Geroa Bai y EH Bildu y apoyado por Podemos–, simplemente se hizo un reconocimiento a las víctimas.
La que ha disparado la polémica es que en el acto intervino un familiar de un terrorista secuestrado por el Batallón Vasco Español y entre los asistentes se contó con allegados de algún etarra que murió en enfrentamiento directo con la Policía.
Ayer por la mañana, la presidenta autonómica, Uxue Barkos, respondió al portavoz de UPN, Javier Esparza, para decir que en el acto del sábado no hubo homenaje alguno a miembros de ETA, sino un reconocimiento «genérico y simbólico» a víctimas de actos de motivación política y consideró que era «un deber ético de una sociedad democrática»
Esparza, sin embargo, opinó todo lo contrario: «Sí hubo homenaje». Reprochó a Barkos que va a pasar a la Historia por ser presidenta con el apoyo de Bildu y por hacer «un homenaje a familiares de miembros de ETA».
El portavoz de UPN le preguntó directamente si considera que Mikel Castillo –etarra muerto en 1990 en un enfrentamiento de la Policía Nacional con un comando etarra que se disponía a perpetrar un atentado– o José Miguel Etxeberria, Naparra–desaparecido en 1980 y cuyo secuestro y muerte reivindicó el Batallón Vasco Español– son víctimas merecedoras de ese homenaje. Familiares del primero estuvieron presentes en el acto y un hermano del segundo incluso intervino en el mismo.
Esparza se refirió al texto leído en el acto por los familiares, en el que se hablaba de personas con vinculaciones con la banda y que estaba firmado por seis parientes de personas con vinculación con la organización terrorista, por lo que concluyó que se invitó a familiares de miembros de ETA. «Simbólicamente ha homenajeado a personas que han fallecido en confrontación con la Policía, con armas en la mano», agregó, lo que calificó como «indecencia democrática».
La presidenta navarra acusó a UPN de «manipular la realidad». Reconoció la presencia de familiares del etarra Gurmindo, asesinado por los GAL y que está reconocido oficialmente como víctima, pero eludió pronunciarse sobre el resto de nombres que puso sobre la mesa el diputado regionalista.
La polémica tuvo su segundo acto por la tarde, donde la presidenta tuvo que contestar a la diputada del PP Ana María Beltrán, que le acusó de equiparar a «víctimas y verdugos, a los asesinos de ETA con los guardias civiles y policías que han defendido la democracia». La dirigente popular consideró que fue el Gobierno de Navarra quien invitó a familiares de etarras, dando por tanto carta de naturaleza a su consideración de víctimas, y le espetó que el acto del día 18 no había sido «ni ético ni justo».
También en esta sesión intervino Esparza, que reprochó a la presidenta «su equidistancia» y le preguntó: «¿Qué hacían allí esos familiares si no era un homenaje, por qué interviene uno de ellos en el acto?».
Barkos volvió a reiterar los mismos argumentos y acusó a los dos grupos de «hacer ruido faltando a la verdad», insistiendo una y otra vez en que en ningún momento se hizo un homenaje y que sólo fue el primer acto «genérico» de reconocimiento y reparación a ese grupo de víctimas, cuyos nombres los tendrá que determinar en un futuro una comisión de expertos, tal y como prevé la ley navarra, aunque de momento está paralizada porque fue recurrida por el Gobierno central ante el Tribunal Constitucional.
La presidenta regional acusó a los dos partidos críticos de «propiciar el enfrentamiento entre víctimas» y de considerar «víctimas de primera y de segunda, dependiendo del signo político».
la web oficial califica el acto de «homenaje»
La presidenta de Navarra, Uxue Barkos, negó ayer varias veces que el acto del día 18 fuera un homenaje personal a las víctimas de grupos de extrema derecha y de funcionarios públicos, pero seis días después de su celebración, la web oficial del Gobierno de Navarra mantiene colgada la nota de prensa en la que en su subtítulo se señala que la presidenta «ha participado en el homenaje celebrado hoy…». La página de internet tuvo protagonismo en el debate de ayer, ya que el portavoz de UPN denunció que el sábado colgaron en la web el discurso leído en el acto por las familias y el domingo «lo quitaron para tapar sus vergüenzas». El listado de invitados fue pedido insistentemente por la portavoz del PSN, María Victoria Chivite, con lo que se podría demostrar de forma fehaciente si el propio Gobierno de Navarra pidió que asistieran al acto los familiares de etarras fallecidos cuya presencia ha sido denunciada en los últimos días.