EL MUNDO – 29/03/15
· El Consejo Político la apoya tras adelantar el congreso extraordinario.
· Rosa Díez: «El problema es que creamos un partido para Dinamarca y estamos en España».
Después de siete horas de debate interno y autocrítica, el Consejo Político de UPyD respaldó ayer a Rosa Díez por una mayoría cualificada de dos tercios. Los críticos que pedían la renuncia de la dirección del partido lograron 38 votos, por 83 que apoyaron la continuidad de Díez en votación secreta. La líder de UPyD hizo un quiebro no previsto al comprometerse a convocar un congreso extraordinario después de las elecciones del 24 de mayo. De esta forma, la dirección del partido gana tiempo a la espera de los resultados de las autonómicas y locales.
Rosa Díez salió satisfecha de la reunión del Consejo Político de UPyD, que a priori se presentaba difícil para ella tras una semana con el partido abierto en canal y los críticos pidiendo su renuncia. Tenía motivos para la satisfacción que mostró ante las cámaras, ya que logró ganar el pulso por goleada. Al menos hasta las elecciones autonómicas y municipales. Su discurso a puerta cerrada tuvo un tono épico de resistencia frente a quienes quieren descabalgarla del liderazgo. Hasta el punto de que equiparó esta resistencia de ahora con la que ella misma protagonizó frente al terrorismo de ETA. «Dimitir sería lo más fácil», igual que habría sido fácil «abandonar la lucha contra ETA». También aseguró en tono de lamento: «Creo que cometimos un error. Creamos un partido para Dinamarca pero en España».
El diputado Toni Cantó se erigió en el líder del sector crítico con un sólido y muy elaborado discurso político en el que citó a Max Weber y no se anduvo con rodeos al apelar a la dirección sobre sus responsabilidades. «El resultado de las elecciones andaluzas os obliga a echaros a un lado. En bloque. De una vez por todas debemos pasar de ser una empresa familiar a una profesional donde reine la meritocracia». A diferencia de Díez, el diputado valenciano salió «triste» porque había perdido su pulso, en el que le acompañó también Luis de Velasco y un puñado de dirigentes. La diputada madrileña Irene Lozano, la otra cara visible de los críticos con la líder de UPyD no asistió tras haber dimitido esta semana como miembro del Consejo de Dirección.
En el transcurso del día, Rosa Díez decidió cambiar celebración de una conferencia política después de las elecciones de mayo, que figuraba en la propuesta de resolución presentada para el debate, por un congreso extraordinario. Según explicó después en rueda de prensa, cambió su posición inicial porque las intervenciones de algunos de sus compañeros la habían «convencido» de que la mejor solución es un congreso en el que los militantes puedan decidir el futuro del partido cambiando incluso a la actual dirección. Tanto ella como quien actúa ya como su delfín, Andrés Herzog, están dispuestos a asumir todos los cambios que sean necesarios con un límite: el mantenimiento de las siglas del partido. Herzog fue el encargado de responder públicamente a la dura diatriba de Toni Cantó, que acusó a Díez de engañar a los militantes al simular una negociación con Ciudadanos a pesar de haber decidido de antemano que el acuerdo era imposible. El nuevo número dos de UPyD le reprochó que se haya «descolgado» ahora de esta manera sobre unos encuentros que empezaron en verano y de los que nunca antes había dicho nada. Aunque Cantó y otras voces críticas insistieron en que no querían la disolución de UPyD, sino la apertura de negociaciones con Ciudadanos para las elecciones de mayo, Herzog arremetió contra los críticos, a puerta cerrada, acusándoles de intentar vender «los despojos» de UPyD para salvaguardar sus intereses personales.
Tanto Rosa Díez como el resto de los miembros de la dirección del partido consideraron que UPyD había salido reforzada de la reunión del Consejo Político –«Somos más necesarios que nunca para España y salimos más unidos de lo que entramos»–, presumieron, además de haber preservado la democracia interna permitiendo un debate abierto en el que cada uno pudo decir lo que quiso.
El futuro de UPyD se aplaza, de esta forma, hasta después de las elecciones municipales y autonómicas. Rosa Díez no quiso aclarar si sigue en pie su intención de presentarse a las primarias, como dijo el pasado lunes, ni si optará a un nuevo mandato en el congreso extraordinario. «A partir de ahora y hasta mayo, sólo hablaré de las elecciones de mayo. No me voy a distraer ni un minuto porque mi objetivo es que nuestros candidatos tengan el mejor resultado. Después de las elecciones, ya veremos». Tampoco pedirá a sus críticos que abandonen los puestos que tienen.
EL MUNDO – 29/03/15