ABC 16/03/13
El eco de la intervención el jueves de la portavoz de EH Bildu, Laura Mintegi, en la que acuñó como «muertes políticas» los asesinatos de ETA resonó ayer en la Cámara de Vitoria, donde el lendakari, Iñigo Urkullu, aseguró que ni él, ni su Gobierno, ni el Parlamento autonómico vasco legitimarán «nunca a ETA». La afirmación de Urkullu, contundente sobre el papel, llegó en respuesta al líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, quien reclamaba al PNV una mayor firmeza frente a quienes «lejos de reconocer su culpa» siguen «dando cobertura ideológica al asesinato en foros como éste», aludiendo a Bildu. En el fondo de este cruce emerge la polémica constitución de la llamada «ponencia de paz y convivencia», impulsada por el PSE la pasada legislatura —ahora también por el PNV— y aplazada «sine die» tras la justificación de Mintegi al puro crimen. Ambos pretenden que el PP se siente en la mesa con Batasuna, pero los populares se niegan si no existe una condena previa a ETA y un «suelo ético» común mínimo. Basagoiti llamó a «poner en su sitio» y deslegitimar a los radicales, que a través de otros foros extraparlamentarios como el de Ayete o ahora el Foro Social en el que cuentan con «aliados internacionales» como Brian Currin, intentan «blanquear» la historia sangrienta de la banda terrorista. «Es imprescindible que se traslade a la sociedad con mayor énfasis lo ilegítimo y lo injustificable», pidió el líder popular. Urkullu replicó que nunca ha participado ni participará en encuentros que «traten de construir un relato legitimador de ETA», pese a que en privado en Sabin Etxea asumen que encuentros como el de Ayete, en el que sí estuvieron, son «trajes a medida» de Batasuna a ETA para maquillar su derrota.