El Correo 16/11/12
UPYD insiste en que la coalición abertzale no esté en la Mesa
BILBAO. La tesis de la pinza cobra fuerza. El propio Iñigo Urkullu, virtual lehendakari, exteriorizó ayer su convicción de que el PSE y EH Bildu se mueven más por «estrategias de partido» que para «dar respuesta a las necesidades de la ciudadanía». Eso se traduce, para el candidato jeltzale, en un afán de la izquierda abertzale y los socialistas de «castigar por castigar al PNV» apoyándose en «discursos manidos de izquierdas y derechas».
:: EFE Urizar, Mintegi y Arraiz, de EH Bildu, a las puertas de Sabin Etxea el pasado día 30 de octubre.
Ve alianzas «incipientes» entre la izquierda abertzale y los socialistas e incluso un posible acuerdo para gobernar en Navarra
Como han hecho prácticamente desde la misma noche electoral, los jeltzales volvieron a insistir en sus sospechas de una posible alianza ‘de facto’ entre ambas formaciones para dificultar la acción del futuro Gobierno de Urkullu. Lo significativo es que ayer el propio Urkullu denunció públicamente esa supuesta intención del PSE y EH Bildu de unir sus fuerzas para torpedear al Ejecutivo, y fue incluso más allá al hablar de un hipotético eje de izquierdas a más largo plazo e incluso de un posible pacto entre la coalición independentista y los socialistas para gobernar en Navarra. El Ejecutivo foral está liderado por Yolanda Barcina en precaria minoría tras romperse el pacto de gobierno que UPN mantenía con el PSN.
Entrevistado en Onda Vasca, Urkullu utilizó un estilo rico en perífrasis, pero se le entendió perfectamente. Habló de alianzas «incipientes», aunque «con previsión de futuro entre los que se dicen de izquierdas, sean nacionalistas o no» –el PNV siempre ha estado convencido de que la antigua Batasuna aspira a desplazarles del Gobierno con el apoyo del PSE, una vez asentada la paz en Euskadi– y también de «un propósito de fórmula de Gobierno en otra comunidad que no es la vasca». Según dijo, EH Bildu en Navarra ha reconocido públicamente su disposición a hablar con el PSE.
No fueron las únicas sospechas que lanzó al ruedo. Urkullu se mostró convencido de que, en Gipuzkoa, la Diputación que preside Martin Garitano podrá sacar adelante sus Presupuestos gracias al PSE. Según dijo, el hecho de que hayan llegado a un acuerdo para aprobar el impuesto de grandes fortunas y la «aparente tranquilidad» del Ejecutivo en minoría de Bildu tras presentar el proyecto presupuestario a pesar de que, a priori, no cuenta con apoyos suficientes son indicios claros de la entente.
En todo caso, Urkullu, centrado exclusivamente en preparar su aterrizaje en Ajuria Enea, insistió en que su voluntad es alcanzar acuerdos «con todas» las fuerzas políticas. Y una vez más volvió a colocar la pelota en el tejado de éstas. «Veremos la disposición de los partidos», apuntó el candidato jelztale, que reconoció que gobernar con 27 de los 75 escaños del Parlamento exigirá «mucha negociación y mucho diálogo», sobre todo para abordar las medidas más urgentes contra la crisis.
Dos años «muy malos»
Urkullu no puso paños calientes e insistió en lo que ya venía advirtiendo en campaña: que los dos primeros años de su mandato serán «muy malos y muy difíciles» en lo económico. El futuro lehendakari se mostró esperanzando en que Euskadi remonte el vuelo en la segunda mitad de la legislatura y vuelva a generar empleo y riqueza. Para lograrlo, el líder del EBB volvió a insistir en su receta: políticas de austeridad –sin traspasar las ‘líneas rojas’ de la Educación, la Sanidad y los servicios sociales– y ayudas a las empresas como dinamizadoras de la economía. Y lamentó que el Gobierno en funciones le haya criticado por alertar de la «extrema gravedad» de la situación que «afectaba, afecta y afectará» a las arcas públicas vascas y que le llevará, reiteró, a reducir el número de departamentos del Ejecutivo.
Urkullu volvió a apelar al posibilismo al ser cuestionado por el acuerdo parlamentario que pretende alcanzar sobre el nuevo estatus político vasco. Según dijo, «se están dando muchas circunstancias» en la UE y en el mundo que «espero que hagan cambiar de posición a partidos que hoy se muestran resistentes». El portavoz de Unión Progreso y Democracia, Gorka Maneiro, ha remitido cartas a los máximos dirigentes del PNV, PSE-EE y PP para pedirles que impidan la presencia de EH Bildu en la Mesa del Parlamento vasco, una exigencia que ya había trasladado y ahora pone por escrito.
En la misiva, Maneiro considera «de suma importancia que en este órgano, el principal del Parlamento, no tengan cabida aquellos que todavía no han condenado la historia criminal de ETA ni han exigido a la banda su disolución definitiva».