EL CORREO, 14/10/11
El presidente del PNV considera que la banda no anunciará el cese de su actividad terrorista antes de las elecciones
Iñigo Urkullu pronosticó ayer que el comunicado de ETA con el que se prevé que anuncie el cese definitivo de su actividad no llegará antes de las elecciones generales del 20 de noviembre. El presidente de PNV augura que el final de la violencia terrorista deberá «gestionarlo el próximo Gobierno», además de abordar asuntos como «la situación de los presos, los arrepentimientos, la reconciliación y la concordia».
En su opinión, «las encuestas prevén que será el PP» el que deba asumir esa misión y volvió ofrecer a Mariano Rajoy el apoyo del PNV para afrontar las cuestiones de pacificación. Urkullu recordó que en los dos últimos años su formación y los populares han tratado de «normalizar» relaciones. A pesar de las diferencias, valoró haber conseguido una relación «buena y fluida».
Estima asimismo Urkullu que «la izquierda abertzale y ETA están abocadas al final de lo que ha sido una historia negra de más de cincuenta años» de terrorismo, que «han sido un fracaso» porque no han «servido para nada».
«Tensión»
A juicio del líder nacionalista, «existe tensión en el seno de ese mundo», pero considera que «hay un grupo con capacidad para imponer sus tesis ante quienes puedan estar tentados» por mantener la actividad violenta. Dispone asimismo de «autoridad suficiente» para ordenar el final definitivo de ETA. «Estamos en puertas de la paz, si bien nadie sabe cómo va a ser, con un comunicado de cese definitivo o aún la organización pretenderá gestionar los tiempos», dijo. Urkullu advirtió de que la izquierda abertzale puede intentar hacer «uso electoralista» de los plazos.
Por su parte, el exlehendakari José Antonio Ardanza, también del PNV, expresó la importancia que tendrá la conferencia sobre la paz en Euskadi y su deseo de que ésta sirva para que ETA anuncie su disolución. «Ojalá que sea ya la percha definitiva para que, a partir de entonces, veamos su adiós definitivo a las armas», aseguró.
Ardanza cree que el fin de la banda es un proceso irreversible, pero reclamó un mínimo de generosidad para pasar página de una vez por todas. Al preguntársele sobre si Mariano Rajoy tendría esta actitud si es el próximo presidente del Gobierno, dijo creer «que sí».
EL CORREO, 14/10/11