EL CORREO 25/04/13
· El lehendakari elude entrar en detalles sobre su apuesta por un nuevo estatus político y se vuelca en promover el Concierto Económico.
El lehendakari culminó ayer su viaje de dos días a Bruselas con la esperanza de que «nacionalidades como la vasca» se puedan «desarrollar» en el seno de la UE. Iñigo Urkullu reflexionó sobre el «futuro» de Euskadi dentro de las instituciones comunitarias y su modelo «diferenciado» con respecto al resto de España durante una reunión con Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo. El líder jeltzale, que en el encuentro no llegó a exponer «concretamente» su apuesta por un nuevo estatus político, se esforzó por explicar a sus interlocutores al detalle el Concierto Económico y sus raíces en los «derechos históricos reconocidos en la Constitución».
Urkullu trasladó a Van Rompuy su convencimiento de que «el futuro de Euskadi es Europa». Tras remarcar su fuerte compromiso con el proyecto comunitario, reconoció que, como líder del PNV, su deseo es que el País Vasco pueda «desarrollarse» progresivamente dentro la UE. El lehendakari eludió hablar de plazos y no entró en excesivos detalles con el presidente del Consejo Europeo, el órgano que aglutina a los gobiernos de los Veintisiete. Según explicó tras la cita, tampoco desgranó en profundidad su intención de lograr un nuevo estatus político, un planteamiento recogido en su programa de gobierno y que se sometería a un consulta en 2015.
El lehendakari, sin embargo, puso todo su «énfasis» en la defensa del Concierto Económico. Su objetivo fue que Van Rompuy tuviera «un conocimiento exacto y objetivo» del modelo que ha permitido a Euskadi sacar adelante su «Estado del bienestar» y articular una economía «competitiva» a escala internacional. Urkullu hizo hincapié en que el Tribunal de la UE avaló el sistema fiscal vasco a finales de 2008, un espaldarazo que disipó todas las dudas sobre su viabilidad tras las denuncias de varias comunidades por la aprobación de tipos impositivos más bajos. En paralelo, agregó que el País Vasco no solo dispone de poderes «diferenciados», sino que gestiona con rigor para «cumplir con los deberes» fijados por la Unión a la hora de sanear las cuentas públicas.
El líder jeltzale, que calificó de «muy productiva» la visita a Bruselas, celebró la «receptividad» mostrada por Van Rompuy y el «correcto» conocimiento de las datos referentes a la economía vasca. Exprimer ministro belga y miembro de una formación nacionalista flamenca, el responsable comunitario acumula una larga trayectoria política jalonada por los esfuerzos de su país por encontrar el modelo político que evite su fractura.
Comparecencia como una cumbre de los Veintisiete
Iñigo Urkullu pudo sentirse ayer como uno de los presidentes que asisten a las maratonianas cumbres de la UE. El lehendakari se reunió con Herman Van Rompuy en el edificio Justus Lipsius, el inmueble comunitario que acoge los encuentros de los Veintisiete. La construcción, que debe su nombre a un filósofo y humanista del siglo XVI, es un vetusto bloque de oficinas que próximamente será reemplazado por una sede totalmente nueva con forma ovalada.
El líder jeltzale analizó su cita con el presidente del Consejo Europeo en la misma zona donde los mandatarios de la Unión ofrecen sus primeras impresiones antes de iniciar las negociaciones. Conocida como la entrada VIP, el espacio de entrevistas está revestido por las banderas nacionales de los integrantes de la Unión y el característico color azul del bloque continental. Justo al otro lado de la calle, se levanta la moderna sede de la Comisión Europea, un edificio que Urkullu conoció la víspera durante su encuentro con José Manuel Durao Barroso.
El despacho de Barroso resulta menos conocido, pero el de Van Rompuy está decorado con obras de artistas contemporáneos belgas. Los dos líderes comunitarios concluyen sus mandatos en 2014 y, de momento, no existen muchos visos de que puedan repetir en sus cargos. Aunque Bélgica se define como un Estado federal, en distintas ocasiones ha mirado al sistema fiscal vasco como una opción a considerar para mantener unidos a Flandes y Valonia. Los belgas acuden a las urnas en 2014 con los independentistas flamencos muy reforzados.
Urkullu también se refirió a la posibilidad de que Euskadi gane a corto plazo presencia en las instituciones europeas. Hace poco más de un mes, la eurodiputada del PNV, Izaskun Bilbao, reclamó que el Gobierno vasco rinda cuentas directamente a Bruselas y la Eurozona por su autonomía financiera. «Somos casi un Estado a efectos fiscales», subrayó antes de recordar que el País Vasco ha apostado por «un modelo de desarrollo totalmente diferente al que ha fracasado en España». El lehendakari reconoció la importancia de encontrar un «encaje» para una comunidad con competencias tributarias, pero se decantó por una representación «compartida» con España como sucede en áreas como la pesca. Desde 2011, el Ejecutivo de Vitoria acude a las citas de trabajo del Ecofin, el foro que agrupa a los ministros de Economía.
También la paz
El encuentro con Van Rompuy no se ciñó exclusivamente a las aspiraciones europeas de Euskadi. El líder jeltzale aprovechó para enumerar los esfuerzos de la sociedad vasca en su afán por consolidar «un tiempo definitivo de paz». Además, insistió en la necesidad de que se impulse la reactivación económica para que no se intensifique la «desafección» que ha cundido entre los ciudadanos con respecto a la política y las instituciones.
Antes de regresar a casa, el lehendakari se acercó a Seafood, la mayor feria mundial del sector pesquero que se celebra anualmente en Bruselas. En esta edición, participan un total de ocho empresas vascas en un evento que congrega a 1.600 expositores de 70 países.
EL CORREO 25/04/13