EL CORREO 25/05/2013
El lehendakari Iñigo Urkullu rechazó ayer que los presos de ETA puedan ser calificados como «presos políticos» porque dicho concepto define a las personas encarceladas por sus ideas y no a aquellas que cumplen condena por «la comisión de hechos violentos que constituyen violaciones de derechos humanos».
Urkullu se expresó así en la tribuna del Parlamento vasco en respuesta a una pregunta del socialista Txarli Prieto para pedirle que concretara su criterio sobre el uso del término presos políticos para designar a los presos condenados por pertenecer a ETA. Y es que, a su juicio, el PNV no había dejado clara su posición en el debate de la semana pasada, en el que optó por la abstención. No obstante, la Cámara aprobó una resolución contraria al concepto de presos políticos con los votos de PP, PSE y UPyD y el rechazo de EH Bildu.
«La respuesta por mi parte es clara: es preso político o de conciencia quien está encarcelado por sus ideas. Cuando una persona está condenada por la comisión de hechos violentos que constituyen violaciones de derechos humanos y no por la defensa política de sus ideales no puede ser calificado como preso político», resumió Urkullu, que se mostró así más contundente que, por ejemplo, la presidenta del Parlamento, la jeltzale Bakartxo Tejeria, que subrayó la semana pasada que el mandato aprobado en la sede parlamentaria que ella preside «no es vinculante» y habló de las «motivaciones políticas» de los condenados por terrorismo.
Eso sí, el lehendakari propuso ayer al PSE y el resto de grupos llevar este tema y todos aquellos relacionados con la convivencia presente y futura en Euskadi a la ponencia de paz y convivencia del Parlamento Vasco. Para Urkullu es evidente que sin el debate en pleno de la pasada semana de una iniciativa del PP sobre el uso del término y la pregunta de ayer de Txarli Prieto «no habríamos hablado de presos políticos». «Le planteo que reconsidere si es conveniente que contribuyamos a promocionar y dar publicidad a la utilización de un término que pretendemos evitar», aconsejó. «Tenemos un espacio para analizar el pasado y trabajar la convivencia. Creo que coincidiremos en que ese espacio es el más adecuado para debatir y acordar antes de llevarlo a pleno», añadió el lehendakari.
El presidente vasco ha dejado claro que su «indubitada» posición «es la misma que la del PNV» y ha insistido en llevar todas las cuestiones sobre la convivencia y la revisión «crítica y severa» del pasado a la citada ponencia en lugar de usarlas como «arma arrojadiza» en el debate político y parlamentario. «Es el lugar adecuado para tratarlo en profundidad y, una vez alcanzadas unas conclusiones, debatirlas en pleno», concluyó.
EL CORREO 25/05/2013