FLORENCIO DOMÍNGUEZ, LA VANGUARDIA 30/01/13
· Hace tiempo que Urkullu y Rajoy rompieron el hielo de las relaciones entre PNV y PP en época de Ibarretxe.
Mariano Rajoy recibe hoy en la Moncloa al presidente del Gobierno vasco, Iñigo Urkullu. Será el primer encuentro desde que el líder del PNV fue elegido lehendakari y el tercero desde que Rajoy preside el Ejecutivo central. Hace ya tiempo que Urkullu y Rajoy rompieron el hielo que había caracterizado las relaciones entre el PNV y el PP durante la época de Juan José Ibarretxe. Mediante encuentros personales celebrados con discreción, normalizaron las relaciones entre los dos partidos. A pesar de las distancias políticas que separan a PNV y PP, los dos políticos supieron establecer cauces para el diálogo normalizado. En paralelo, en Euskadi, el PP de Antonio Basagoiti y el PNV han sido capaces de establecer acuerdos en las instituciones: recientemente el PNV ha ayudado a sacar adelante los presupuestos del Ayuntamiento de Vitoria, gobernado por los populares; estos han hecho lo propio en la Diputación vizcaína, en manos de los nacionalistas, y está abierta la negociación sobre las cuentas del Gobierno vasco.
El lehendakari viaja a la reunión de Madrid llevando, al menos, dos asuntos en la cartera para tratar con Mariano Rajoy. Uno de ellos tiene que ver con la gestión de la situación creada tras el anuncio de ETA de abandono del terrorismo. El Gobierno de Vitoria quiere que se modifique la política penitenciaria aplicada a los etarras y, en particular, que se den pasos para el acercamiento de reclusos hacia cárceles vascas. Desde la llegada del PP al poder no se han hecho movimientos en este sentido, porque la mayoría de los presos de ETA ha rechazado acogerse a los beneficios penitenciarios establecidos por la legislación. Quieren un tratamiento colectivo sin atender a los requisitos legales previstos para la reinserción.
Otra cuestión relacionada con ETA es la determinación de los pasos a dar para conseguir el desarme de la banda terrorista y su desaparición. ETA reclama una negociación con los gobiernos de España y Francia, extremo al que Rajoy y su equipo se niegan. El presidente del Gobierno ya conoce cuál es la posición del lehendakari sobre estos asuntos, porque Urkullu le entregó un documento sobre la cuestión en su primera visita a la Moncloa con Rajoy como inquilino.
El segundo bloque de asuntos que figuran en la cartera de Urkullu son de carácter económico, pues incluyen la liquidación de los últimos cuatro ejercicios del cupo -el dinero que las Haciendas vascas tienen que aportar al Estado- y la renovación de la ley quinquenal del cupo. Una negociación favorable al País Vasco de las liquidaciones pendientes supondría un alivio para el Gabinete de Urkullu, que, en su primer presupuesto, se ve abocado a recortar 1.200 millones de euros. En la agenda del lehendakari figura también la demanda de algunas transferencias, entre ellas la gestión de la Seguridad Social, cuestión a la que el Estado se ha opuesto tradicionalmente, pues pondría en cuestión la caja única.
FLORENCIO DOMÍNGUEZ, LA VANGUARDIA 30/01/13