ABC 05/02/14
· El plan educativo de «paz y convivencia» obligará a los niños a escuchar los «abusos» que seleccione el PNV.
· La «escuela inclusiva» «Aquí no se establece una distinción entre víctimas de uno u otro tipo», afirmó la consejera de Educación.
El lendakari, Íñigo Urkullu, dio ayer luz verde a su nuevo plan educativo de «paz y convivencia». Éste pretende extender el testimonio de las víctimas del terrorismo para generar «empatía» en los colegios vascos, presentes por primera vez durante el mandato de Patxi López tras años de invisibilidad en el sistema educativo vasco por el rechazo del nacionalismo. Pero el documento «actualiza» el programa actual de «víctimas educadoras» e incorpora también a quienes sufrieron «abusos» de los cuerpos de seguridad en el marco de la lucha contra ETA, alimentando la idea de dos bandos violentos enfrentados que comparten la responsabilidad de la vulneración de derechos humanos en el País Vasco.
Antes de pisar un aula, estas «víctimas policiales» deberán haber sido reconocidas como tales por el Gobierno vasco. El equipo socialista inició al PNV esta tarea confirmando a los dos etarras ejecutados por la dictadura franquista, Jon Parot «Txiki» y Ángel Otaegi, y a otras seis personas que nada tenían que ver con ETA. Urkullu ultima ahora los expedientes de otro centenar y prepara para marzo la publicación de un segundo decreto para reconocer a las víctimas de «motivación política» generadas desde 1978 hasta hoy. Se espera que se incluyan casos de tortura con o sin sentencia judicial.
Pero, ¿puede un victimario, reconocido como víctima por abusos policiales, servir de ejemplo a los chavales vascos? Tres portavoces del Gobierno consultados por ABC aseguraron que pueden ofrecer su testimonio en este programa «todas las víctimas reconocidas institucionalmente». Añadían que en todo caso deben mantener un discurso constructivo «de no odio» y de «sí a la convivencia y a la paz».
Selección previa
Previamente, serán seleccionadas por un equipo de formadores, profesores universitarios, que ya ha preparado a una quincena de «víctimas educadoras», incluidos dos damnificados por ‘abusos’ policiales. Hasta el pasado curso, solo ocho centros vascos participaron de este módulo educativo dirigido a alumnos de 3º y 4º de la ESO, y de Bachillerato. El PNV quiere «reforzarlo», si bien mantiene la «autonomía» de los colegios. Estos pueden elegir el «signo» de las víctimas –ETA, GAL, Batallón o ahora también de excesos policiales–, atendiendo a «las distintas realidades en que se sitúa cada centro».
El documento, que ha recibido el plácet del Consejo Escolar vasco, está inspirado por la Secretaría de Paz que dirige Jonan Fernández, ideólogo de la teoría del «conflicto vasco» y ahora también el puntal teórico de la «reconciliación». El plan –que bebe de estos conceptos– solo cita dos veces a ETA, y para recalcar que el cese definitivo de su violencia abre «un campo de posibilidades de gran alcance» que permite a la sociedad «enfrentar» un tiempo de «memoria crítica del pasado» y de «construcción de una convivencia normalizada y en paz».
El documento aboga por la «escuela inclusiva», esto es, «hacer sitio a todos los que sufren». Lo condensó ayer la consejera de Educación, Cristina Uriarte: «Aquí no se establece una distinción entre víctimas de uno u otro tipo; son testimonios de vulneración de derechos fundamentales».
ABC 05/02/14