EL MUNDO, 3/10/11
Ofrece al PP la ‘cobertura’ del PNV en cuestiones técnicas si Rajoy gana el 20-N
Tacha ‘juego de escenificación’ los pronunciamientos del mundo abertzale
Le acusa de buscar rédito electoral
“En elecciones riesgos siempre hay: de involución, de vuelta atrás, de vuelta a las andadas, de manera global… Siempre hay tentaciones”. El presidente del PNV ha pronunciado esta mañana estas enigmáticas palabras en una rueda de prensa en la sede del partido, Sabin Etxea, enfocada a trasladar el mensaje de que los ‘jeltzales’ no están de brazos cruzados en este ‘proceso de paz’ y que la “cobertura” que han concedido al PSOE en esta materia está a disposición también del PP si Mariano Rajoy, como indican las encuestas, vence en las urnas el 20 de noviembre.
Porque, ha dicho Urkullu, “el tiempo” que hace un año pactaron en la negociación presupuestaria con José Luis Rodríguez Zapatero para que “la paz” llegara a Euskadi “se agota”. El político nacionalista se ha resistido una vez más a concretar qué supuso ese acuerdo con los socialistas y simplemente ha indicado que se trataba de “ofrecer tiempo para la paz”, “no sólo para ETA sino para el Gobierno español y el resto de las formaciones políticas”.
Para otorgarle esa “cobertura” que Iñigo Urkullu apenas ha querido comentar, los nacionalistas reclaman al PP que abandone su postura “absolutamente resistente ” y “se comprometa en esta nueva posibilidad de paz en Euskadi” desde la premisa que “es ETA la que debe dar todos y cada uno de los pasos para ir pagando su deuda” con Euskadi. “La paz no ha de tener precio político”, ha añadido.
El PNV se sitúa en este escenario como un partido clave en la estrategia de “allanar el terreno para que, de forma definitiva, [los terroristas] den el paso que la sociedad les exige” y Euskadi consiga así una “paz duradera nacida del cese definitivo de la violencia”.
Desarme, política penitenciaria y ‘resocialización’
Preguntado acerca de los contenidos concretos de esa labor, Urkullu ha dicho que el PNV puede colaborar en “aspectos técnicos” como el desarme -los jeltzales han servido de red de contactos a los verificadores impulsados por Brian Currin-, la política penitenciaria -que no es un contenido político, ha subrayado, sino de gestión de los derechos humanos- y posibles medidas para la “resocialización de quienes no estén en las cárceles”. Los jeltzales, ha proseguido, pueden contribuir también a que “esto no se utilice” dentro del rifirrafe político y a explicar todo ello a la sociedad “como algo normal”. “Y me callo”, ha concluido.
Sobre los últimos pronunciamientos ‘récord’ del EPPK, Ekin y ETA, Urkullu se ha mostrado receloso y los ha enmarcado dentro de la necesidad de la banda de “construir ante su propio mundo su discurso , que siempre pasa por lanzar emplazamientos a los demás”. El comunicado de ETA en el que acepta la verificación, ha advertido, se quedará “en nada” si no le sigue otro en el que se anuncie el fin definitivo de la violencia.
El líder nacionalista ha apuntado además que este “juego de escenificación” y “cosmética” se está dando “en un tiempo coincidente” con la precampaña electoral, por lo que entiende que ETA y su mundo están buscando “rédito electoral” a sus movimientos “para pasar factura al PNV” como ocurrió en las elecciones municipales y forales de este año –a las que no ha nombrado directamente-.
“No se deben buscar réditos electorales en esto”, ha aseverado. “Qué mayor orgullo para los políticos que podamos decir a las nuevas generaciones: ‘Entre todos lo hemos conseguido’” , ha deseado.
Por todo ello, frente las “necesidades” de ETA y su mundo, Urkullu ha destacado que el PNV no persigue ningún rédito electoral con el ‘proceso’ y ha pedido al PP que haga lo mismo y saque esta cuestión de la precampaña. “Estoy convencido de que podemos llegar a puntos de encuentro”, ha añadido en su declaración leída. Un acuerdo que partiría de dos premisas: que el fin de ETA no puede tener precio político y que este tema salga del debate electoral.
EL MUNDO, 3/10/11