DIARIO VASCO, 31/1/12
El presidente del PNV buscará «compromisos reales» en su almuerzo en La Moncloa. El líder jeltzale quiere clarificar la disposición que intuye en el jefe del Gobierno para la gestión del nuevo tiempo sin violencia
Iñigo Urkullu visita hoy La Moncloa con el propósito de «atar» con el presidente del Gobierno unos compromisos concretos, con contenido y fecha aproximada si es posible, para asentar la paz. El presidente del PNV conoce la «disposición» de Mariano Rajoy para aprovechar la «oportunidad» abierta en Euskadi tras el cese definitivo de ETA, y por eso en su primer encuentro oficial tras el cambio en el Ejecutivo, quiere arrancar del líder del PP una confirmación, aunque sea discreta, de que abordará la gestión del nuevo tiempo de forma proactiva, aunque «con prudencia».
Urkullu pedirá el fin de la excepcionalidad con los presos y medidas que incentiven la economía
En un almuerzo que compartirán a partir de las 14.30 horas, Urkullu trasladará a Rajoy la hoja de ruta que el PNV defiende para avanzar hacia una paz duradera y comprobará cuál es la previsión del presidente del Gobierno en este asunto. «Queremos buscar compromisos reales» sobre la base de las conversaciones que ambos han mantenido ya con anterioridad, indican fuentes jeltzales. Y es que el líder del PNV no parte «de cero» en este encuentro.
Tras los dos o tres contactos telefónicos que ha mantenido con el propio Rajoy desde que fue elegido presidente y su diálogo con el PP vasco, Urkullu intuye que la posición del líder del Ejecutivo es más «constructiva» que la que han mostrado alguno de sus ministros públicamente, y espera que además de controlar unas declaraciones que solo generan «preocupación» aclare una posición en la que el PNV cree que existirán puntos en común en los que poder «colaborar».
Urkullu, que en sus cuatro años como líder jeltzale ha mantenido cinco o seis reuniones -la mayoría privadas- con Rajoy, espera encontrar receptividad en su propuesta de poner fin a la excepcionalidad penitenciaria dentro del marco legislativo actual, de la misma forma que el pasado viernes le planteó el lehendakari Patxi López. Y que en esos pasos, que como insisten el PNV y el PSE «no suponen beneficios» a los presos de ETA, el Gobierno vaya de la mano con ambos partidos.
El tema del final de la violencia será prioritario para el presidente del PNV, pero Urkullu lleva en su agenda otros asuntos que en este momento ocupan casi en exclusiva el pensamiento de Rajoy: las reformas para atajar la crisis económica. En esta materia, los jeltzales quieren conocer de forma directa «la situación real» que atraviesa el país, «tener una visión más o menos clara» de los pasos que el Gobierno prevé dar y plantear la necesidad de que además de las políticas para ajustar el déficit, el Gobierno acometa medidas «para incentivar la economía».
El PNV, que hasta el momento no ha dado su visto bueno a los primeros ajustes acordados por el Ejecutivo popular con el aval de su mayoría absoluta, espera que Rajoy cuente a lo largo de la legislatura con su grupo para debatir y negociar medidas económicas de calado, en materia laboral o financiera, como las que tiene previsto proponer y aprobar de forma inminente. El líder jeltzale, que reconoce tener una interlocución fluida y cordial con el presidente, cree que ambos partidos pueden llegar a acuerdos también en esta materia, donde quizás CiU, cuyo líder y presidente de la Generalitat Artur Mas acudirá mañana a Moncloa, puede convertirse en otro posible socio preferente pese a la autosuficiencia del PP.
Reto 2015
Donde previsiblemente Urkullu se topará con más peros del líder del PP es en su proyecto para construir la nación vasca. El líder jeltzale explicará a Rajoy el reto que su partido se ha marcado para 2015, y que dio nombre a la ponencia política de su última asamblea general: el avance hacia un nuevo estatus político-jurídico para Euskadi desde el mayor acuerdo posible tanto en las instituciones vascas como en las Cortes Generales.
La «profundización» en el autogobierno que el PNV defiende de manera continua, más ante los amagos de cierta centralización que se han intuido en los primeros compases del nuevo Ejecutivo, será un asunto clave para los jeltzales durante el mandato de Rajoy. Esta tarde, Urkullu avanzará al presidente sus intenciones en este terreno y verá su primera reacción en un asunto ahora en boga por el referéndum de independencia en Escocia pero en el que el PNV sabe que no tiene al PP como aliado.
La progresión en este asunto deberá iniciarse no obstante en el Parlamento Vasco, y no en el actual, sino en el que surja de las próximas elecciones autonómicas, con la izquierda abertzale incluida.
DIARIO VASCO, 31/1/12