Advierte a Bildu de que el PNV no permitirá que use las instituciones para hacer «demagogia política y electoralista»
El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, reprochó ayer al lehendakari, Patxi López, que se haya «arrogado» la responsabilidad sobre el último traspaso de competencias, ya que según aclaró «ha sido acordada entre el Gobierno central y el PNV». Además, le emplazó a que «dé la cara».
A Urkullu le ha molestado que el pasado miércoles el lehendakari compareciera ante los medios junto al vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, tras la firma en Vitoria de la transferencia a Euskadi de once nuevas competencias, incluida la Inspección de Trabajo, y que reivindicara el papel del Gobierno Vasco en el traspaso de estas nuevas competencias y aseguró que, al margen de los acuerdos entre el PNV y el PSOE sobre esta materia, es su gabinete el que «negocia las condiciones, firma las transferencias y las hace efectivas».
En un mitin ofrecido durante la reinauguración del batzoki de Elorrio, el dirigente jeltzale acusó al lehendakari de haberse «escondido» tras las elecciones, por lo que emplazó a que «dé la cara». «¿No se acuerda de que es lehendakari y que debe asumir su papel como lehendakari y hablar como tal?», se preguntó Urkullu al tiempo que acusó a López de «no hablar» ni siquiera cuando «esta semana se ha arrogado las transferencias conseguidas, ni siquiera cuando se ha arrogado la negociación de las trasferencias acordadas entre la representación del Gobierno español y del PNV».
«El 30% del electorado»
A su juicio, López no ha hablado como lehendakari, sino que lo hace como secretario general del PSE-EE: «Viene hablando desde el 22 de mayo como secretario general, por lo que seguimos esperando que hable el lehendakari y le diga a la sociedad vasca si para él, siendo el lehendakari del cambio, la normalidad significa que gobiernen dos partidos que no representan ni el 30% del electorado vasco», en referencia al acuerdo de gobierno alcanzado entre los socialistas y los populares y que provocó la salida de Ibarretxe de Ajuria Enea en las pasadas elecciones autonómicas.
Por otra parte, el líder jeltzale subrayó que las instituciones son «clave» para lograr la paz y el desarrollo de Euskadi y advirtió a Bildu de que su formación no va a permitir que los representantes de la coalición «tengan la tentación de convertirlas en instrumentos de demagogia política para ocultar la incapacidad o esconder la falta de proyecto real o como herramienta electoralista».
Consideró que «resulta muy fácil» para Bildu «venir como el mesías» tras todo el trabajo realizado durante tres décadas por su formación en favor de la construcción nacional. El presidente del EBB dio la «bienvenida» a Bildu a la «construcción nacional del día a día» y destacó que «conducirán esta tierra a donde quieran sus ciudadanos, pero lo haremos entre todos y todas», avisó.
Recordó a los representantes de la coalición soberanista que saben que «siguen en deuda» y les emplazó «a no confundirse con el PNV, ni con muchos de los que les han votado». En esta línea, remarcó que tras las elecciones todas las formaciones están «en las mismas condiciones para hacer política» y recordó a quienes no habían participado en las instituciones y soñaban con que «Euskadi de la noche a la mañana iba a cambiar», que esta tierra «no cambia con sueños».
Por último, Urkullu reconoció sentirse «orgulloso» de la alcaldesa de Elorrio, quien fue abucheada tras el pleno de posesión del cargo después de que la suma de votos de PNV y PP permitieran arrebatarle la alcaldía a Bildu, que fue la formación más votada en las pasadas elecciones. En esos incidentes, el edil del PP Carlos García tuvo que ser protegido por sus escoltas tanto en el interior como en el exterior del Ayuntamiento para alcanzar su coche.
Al acto de Elorrio acudieron el presidente del PNV de Vizcaya, Iñigo Ortuzar, la alcaldesa de Elorrio, la peneuvista Ana Otaduy, el exlehendakari José Antonio Ardanza, el senador Iñaki Anasagasti y el exconsejero Juan Mari Atutxa.
DIARIO VASCO, 27/6/11