Urkullu reclama que Euskadi sea reconocida ya como «nación europea»

EL CORREO, 27/8/11

El líder del PNV dice sentir «vergüenza» de Bildu y acusa al lehendakari López de «vender el patrimonio de todos»

Como cada año a finales de verano, el PNV abrió ayer el nuevo curso político con un acto en Zarautz en el que volvió a dejar patente que el ‘leit motiv’ de la nueva etapa que se abre para el partido será la reivindicación de un nuevo estatus político para Euskadi. Un periodo que estará marcado para los jeltzales por las elecciones generales del 20-N -aunque con las autonómicas de 2013 ya en el horizonte- y por el proceso interno que culminará en la asamblea general de enero. En este contexto, Iñigo Urkullu reconoció que, una vez «encauzado el cumplimiento íntegro del Estatuto» gracias a sus acuerdos con José Luis Rodríguez Zapatero, es necesario abrir un «nuevo tiempo» y subir un peldaño más. Ahora, advirtió el líder del EBB, es el momento de que Euskadi sea reconocida como «nación europea».

Ésa será la base de la propuesta soberanista que los peneuvistas presentarán también en la asamblea que se convocará dentro de algo más de cuatro meses, junto a otros textos que deberán someterse a refrendo de ese órgano, entre ellos el de estatutos y el que recoja las propuestas sectoriales del partido. El presidente del PNV avanzó ayer cuál será el espíritu de ese documento, que lleva por título ‘Euskadi, nación europea. Burujabetasunaren bidean’ (En el camino de la soberanía). El PNV quiere huir a toda costa del aroma de confrontación que presidió iniciativas similares abanderadas en el pasado por Juan José Ibarretxe. Los jeltzales, recalcó Urkullu, pretenden inaugurar una nueva etapa «de acuerdo y concordia» y defenderán un nuevo modelo de relación entre Euskadi y España basado en el pacto, pero con garantías «bilaterales» de cumplimiento por ambas partes, y «en el reconocimiento de un Estado que o es plurinacional o no es». El nuevo estatus vasco, avanzó, deberá partir «de la institucionalización construida y desde las instituciones vascas» y garantizar, además, el respeto de «la voluntad democráticamente expresada por vascos y vascas para decidir en libertad su futuro».

Urkullu, que recordó que el PNV aprovechará la reforma de la Constitución pactada por PSOE y PP para defender una enmienda «que reconozca nuestros derechos como pueblo y como nación», se mostró crítico con lo que considera una modificación «precipitada» de la Carta Magna. En todo caso, la pulla fue para el lehendakari López, a quien afeó que no haya convocado «de forma inmediata» la Comisión Mixta del Concierto y le exigió que lo haga sin más dilación. El presidente del PNV se mostró convencido de que la intención de constitucionalizar el límite del déficit público «afecta» al autogobierno vasco y a «nuestras competencias propias» para definir las políticas económicas y fiscales, por lo que no puede soslayarse sin más el asunto.

No fue el único reproche al jefe del Ejecutivo vasco, al que acusó, una vez más, de gestionar mal los recursos públicos. «No le cuadran las cuentas. No puede endeudarse más porque ya ha multiplicado por siete la deuda en dos años», dijo Urkullu, que echó en cara a López que la vasca sea «la única» administración estatal que no ha reducido gastos. En lugar de eso, advirtió, el lehendakari ha convertido el Gobierno vasco «en la oficina de recolocación de su fracaso del 22-M» y se dedica a «vender pisos de protección oficial a un fondo de inversiones para hacer caja y salvar la papeleta tres meses». «Vende el patrimonio de todos y quiere subir los impuestos a toda costa», arremetió Urkullu, convencido de que harán falta «cuatro legislaturas» para «pagar la deuda de sus cuatros años».

«Desfachatez»

El líder jeltzale cargó sin miramientos también contra Bildu, principal rival ahora del PNV. Dijo sentir «vergüenza como vasco y como abertzale» del comportamiento de la coalición soberanista, que no guarda «la más mínima sensibilidad» con las víctimas del terrorismo.

También reprochó a la izquierda abertzale que no exija la disolución definitiva de ETA y que pretenda «paralizar» Euskadi. Pero, sobre todo, que tenga la «desfachatez» de ofrecer al PNV una coalición en Madrid. «Nosotros no vamos a ir a Madrid a caer en el testimonialismo vacío. No vamos a ir a Madrid a gritar un día ‘Gora Euskadi’ con el puño en alto y ya está», dijo, poniendo en duda el trabajo y la constancia que Bildu pueda demostrar en el Congreso de los Diputados.

EL CORREO, 27/8/11