EL CORREO 08/03/14
· El lehendakari afirma que su labor es necesaria para conseguir «la disolución de ETA con garantías», después de que UPyD le criticara por el «ridículo» de su viaje a Madrid.
Iñigo Urkullu volvió a salir ayer en defensa de la Comisión Internacional de Verificación (CIV). El lehendakari, que no dudó en viajar de urgencia a Madrid para mostrar su apoyo a este grupo de expertos cuando tuvieron que declarar en la Audiencia Nacional sobre sus reuniones con ETA, avaló de nuevo su trabajo, este vez en el Parlamento vasco. El jefe del Ejecutivo autónomo aseguró que la labor de la CIV es «fiable y seria» y que las gestiones que llevan a cabo pueden permitir «la disolución de ETA con garantías», sin que haya una escisión o que los arsenales caigan en otras manos.
El dirigente jeltzale respondió con contundencia a los reproches que recibió por parte de UPyD, primero, y del PP, después, durante la sesión de control al Gobierno. Para Urkullu, los verificadores tienen una trayectoria de «responsabilidad contrastada» y van a lograr que se avance «en el objetivo del desarme total y la disolución completa e incondicionada de ETA».
Nada que ver con el análisis que realizó el portavoz de UPyD, Gorka Maneiro, que calificó de «farsa» el vídeo en el que Ram Manikkalingam, portavoz de la comisión, y Ronnie Kasrils aparecían con dos encapuchados asistiendo a la puesta «fuera de uso» de una pequeña muestra de revólveres y explosivos. Una «verificación de cartón» de «cuatro armas» por parte de los «enredadores», que, insistió Maneiro, han contribuido a «legitimar el circo mediático y la pantomima» de la banda. Y reprochó al lehendakari el «ridículo» de haberse desplazado «raudo y veloz» a Madrid para respaldarles. «Es curioso porque no se le recuerda gesto semejante para defender a las víctimas del terrorismo», le criticó .
Un comentario que enfadó al jefe del Ejecutivo. Urkullu respondió a Maneiro que «por edad» y por su experiencia política ha estado «en más actos por las víctimas» que él y le recordó que en 1998 viajó al Congreso para asistir como espectador a la aprobación de la ley de víctimas nacional. El representante del PNV se mostró convencido de que «hoy estamos mucho más cerca del desarme, el reconocimiento del tremendo daño causado y de la disolución incondicional» de ETA. Y justificó su respaldo en Madrid a los verificadores porque es el «representantes de todos los vascos», que, dijo, avalan a esa comisión. Recordó que el Parlamento aprobó una moción de respaldo a la CIV con los votos del PNV, EH Bildu y el PSE, lo que supone un respaldo del 85% de la Cámara.
Minutos después, Urkullu tuvo que responder a reproches similares por parte de la nueva secretaria general del PP, Nerea Llanos. El lehendakari acusó a los populares de «resistirse» a aplicar los preceptos de la Constitución y «de la más elemental lógica política» en materia de estrategia penitenciaria, a pesar de que «vivimos en un nuevo tiempo» y de que «era el propio PP quien defendía hace 16 años –en la época de Aznar– una política flexible y consensuada».
EL CORREO 08/03/14