Cristina Segura-El País
El candidato de Albert Rivera en las municipales de Barcelona cree que no debe haber vetos entre los partidos constitucionalistas
Manuel Valls vuelve a pedir a Ciudadanos, partido que representará en las elecciones municipales de Barcelona, al PSOE y al PP que no marquen líneas rojas entre ellos. En una carta dirigida a los líderes de las tres formaciones, el ex primer ministro francés les propone que «apuesten por una política de Estado abandonando el cortoplacismo». Valls establece como paradigma de los riesgos del choque entre estos partidos el acuerdo de Gobierno en Andalucía que ha llevado al poder a PP y Ciudadanos con el apoyo de Vox: «El resultado de los comicios en Andalucía es un claro ejemplo de lo que la democracia española debe evitar».
La ejecutiva de Ciudadanos aprobó el pasado febrero que no suscribiría acuerdos de Gobierno con el PSOE tras las elecciones generales del próximo 28 de abril. Valls ha insistido en que él sí intentará establecer alianzas con el PSC en Barcelona. El número tres de Valls, el exministro socialista Celestino Corbacho, también se ha mostrado partidario del acercamiento al PSC. En una entrevista con EL PAÍS, Corbacho explica que después de las generales, «la política está obligada a abrir espacios de entendimiento». «Las trincheras que se están cavando no pueden ser el modelo a seguir», añadió Corbacho.
La carta de Valls apunta a una irresponsabilidad del PP y Ciudadanos en Andalucía por haber recurrido a Vox para formar Gobierno, pero también critica al PSOE por no haber dado su apoyo a la coalición opositora y evitar así el papel decisivo de Vox: «El acuerdo que hizo posible el Gobierno [andaluz] supuso una cesión significativa a la derecha radical, poniendo también de manifiesto la falta de responsabilidad del gran partido que ha gobernado Andalucía y España durante más tiempo en su etapa democrática».
Valls insiste periódicamente en la necesidad de marginar a las fuerzas políticas que él considera populistas y antisistema: Vox, el independentismo catalán, Podemos y los comunes de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. «Si cada partido apuesta por el ventajismo y un equivocado interés particular, el riesgo de que estas elecciones nos conduzcan a una situación de estancamiento es enorme. Esto, además, hundiría nuestro país en una espiral negativa».