EL MUNDO 20/02/15
· Asegura que «si es cierto» y España lo pide, procederá a extraditar al terrorista huido
El viceministro venezolano de Exteriores para Europa, Calixto Ortega, afirmó ayer que su país «dará el trámite correspondiente» a una petición de España para extraditar al etarra Iñaki de Juana Chaos si se comprueba que éste reside en Venezuela y, según dijo, «no es una mentira más».
«Primero, hay que tener la certeza de que sea verdad», afirmó Ortega en rueda de prensa en Berlín, donde denunció de la existencia de una supuesta campaña en medios españoles contra su país, informa Efe.
EL MUNDO publicó el lunes que el sanguinario terrorista, autor de 25 asesinatos y reclamado por la justicia española, reside en Chichiriviche, localidad al norte de Venezuela, donde regenta una licorería y desarrolla junto a su mujer una vida pública.
El viceministro, que alegó desconocer quién era el terrorista, aseguró que, si «ha cometido algún delito y está siendo solicitado por las autoridades españolas», se llevarán adelante los protocolos de extradición fijados por tratado en 1990. Eso sí, el alto cargo venezolano reiteró: «Primero hay que ver si eso es cierto».
Por su parte, el ministro José Manuel García-Margallo, se mostró ayer convencido de que Venezuela cumplirá la orden de extradición de De Juana si se confirma que se halla en aquel país. En una entrevista en la cadena Cope, Margallo recordó que nada más conocer la información revelada por este periódico el juez Eloy Velasco cursó una orden para constatarla y aseguró que, si se confirma, el Gobierno cursará la «orden de extradición»
Respecto a si le han llegado quejas por la presión que sufren las empresas españolas en Venezuela, Margallo dijo que «el Gobierno siempre defenderá a las empresas españolas», al tiempo que subrayó que en España «la libertad de prensa, expresión e información son absolutamente fundamentales».
A este respecto, el viceministro venezolano reconoció en Berlín que el vicepresidente del régimen chavista, Jorge Arreaza, y él mismo se reunieron con representantes de empresas españolas presentes en el país para «informar» de la «feroz campaña comunicacional» de algunos medios españoles para «tratar de deteriorar la imagen» de Venezuela, aunque aseguró que «nadie de los que han participado en esa reunión puede haber afirmado con fundamento que allí hubo algún tipo de amenaza».