EL MUNDO 30/07/13
Evita el juicio por Batasuna y será excarcelado si el Constitucional estima su recurso
La Audiencia Nacional despejó ayer el horizonte penal del líder de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi, al eximirle de sentarse en el banquillo en el juicio por la financiación de ETA a través de las herriko tabernas de Batasuna. La Sección Penal Segunda acoge su argumento, que cuenta con el apoyo fiscal, de que ya fue juzgado anteriormente por la misma pertenencia a una organización terrorista que le mantiene ahora en prisión cuando se le condenó en el caso Bateragune. El portavoz radical se libra, pues, de afrontar la acusación de 12 años a la que se enfrentará desde octubre el resto de la Mesa Nacional del partido ilegal.
«La vinculación de este procesado con ETA durante un prolongado periodo de tiempo, coincidente en buena medida con el que abarca la acusación que contra él se formula en la presente causa, fue la base fáctica sobre la que se construyó el delito de pertenencia a organización terrorista por el que fue condenado […] sin que […] se observe que cesara en esa actividad para reanudarla después», sostiene la resolución. Es decir: que Otegi no dejó de pertenecer a ETA después de la sentencia del Supremo que disolvió Batasuna, sino que estaba cometiendo ese mismo delito cuando intentaba reconstruirla a través de Bateragune, por lo que no puede ser enjuiciado dos veces por los mismos hechos delictivos.
Por Bateragune, fue condenado inicialmente a 10 años de cárcel, que el Tribunal Supremo dejó en seis y medio al considerar que no hay prueba de que fuese un jefe de ETA. Como Otegi, evitan el juicio otros tres dirigentes de Batasuna que fueron condenados en otras causas: José Luis Elkoro, Joseba Garmendia y Joseba Cortázar.
Una hipotética libertad de Otegi queda ahora al albur de lo que pueda decidir el Constitucional, que ha admitido a trámite su recurso de amparo y el de Rafa Díez Usabiaga contra su condena en Bateragune. Hasta que el Alto Tribunal resuelva, la previsión es que el líder abertzale no abandone la cárcel de Logroño hasta el 8 de abril de 2016, ya que no parece que vaya a cumplir los requisitos que impone la ley para el acceso al tercer grado –para presos terroristas, el repudio público a su actividad delictiva–.
Para esa fecha, Otegi, al que Sortu designó como secretario general pese a estar en prisión, no habrá liquidado aún la pena de inhabilitación para ser candidato en unas elecciones: el 4 de septiembre de 2014 extinguirá la que se le impuso por enaltecer al etarra Argala y el 28 de febrero de 2021, la de Bateragune.
La Asociación de Víctimas del Terrorismo, que junto a Dignidad y Justicia pidió en esta causa que Otegi sea juzgado, manifestó su «indignación». «¿A qué responden este tipo de decisiones que benefician al entorno de ETA?», señaló la AVT.