Editorial, DIARIO VASCO, 16/6/11
La negativa de la AVT, de Covite y de otras organizaciones representativas de las víctimas del terrorismo a participar en el homenaje previsto en el Congreso para el 27 de junio -mostrando así su discrepancia respecto a la legalización de Bildu y su queja porque no se les permita manifestar su parecer en el acto- vuelve a plantear dos asuntos cruciales. En primer lugar, el hecho de que las víctimas de ETA y los deudos de los asesinados no puedan establecer las condiciones para dicho final en nombre de la democracia, dado que esta se basa en procedimientos institucionalizados, en ningún caso debe significar que su razón moral se vea excluida de la toma de decisiones. En segundo lugar, cuando no está claro que la entrada de Bildu en las instituciones acelere la desaparición de ETA, resulta evidente que su discurso no atenúa el dolor que padecen las víctimas del terrorismo, sino que propicia la desmemoria y la ofensa mediante la equiparación entre tan extrema injusticia y el encarcelamiento de los culpables con arreglo al Estado de Derecho. El respeto que merece la sentencia del Tribunal Constitucional, también por parte de las asociaciones de víctimas, no exime a las instituciones y a los partidos de encarar políticamente el desafío democrático que comporta la legalización de una izquierda ‘abertzale’ que se niega a emitir la más mínima autocrítica respecto a su pasado.
Editorial, DIARIO VASCO, 16/6/11