EL CORREO 07/12/13
· El PP, que por primera vez no envió dirigentes a una protesta de este tipo, centró las iras de los cientos de concentrados
Mariano Rajoy y su partido recibieron ayer durísimas críticas de los portavoces de varias asociaciones de víctimas del terrorismo por no impedir la excarcelación masiva de etarras derivada de la sentencia de Estrasburgo contra la ‘doctrina Parot. Las acusaciones de traición y cobardía se sucedieron tanto desde la tribuna de oradores como entre los asistentes a la concentración convocada en Madrid por la Fundación para la Defensa de la Nación Española (Denaes), que sostenían pancartas y coreaban eslóganes con peticiones de dimisión.
Varios centenares de personas –entre ellas el exfuncionario de prisiones secuestrado por ETA José Antonio Ortega Lara o María del Mar Bermúdez, madre de Sandra Palo, violada, atropellada y quemada viva por cuatro jóvenes hace diez años– se reunieron en Madrid convocadas por Denaes, una organización liderada por el exparlamentario popular Santiago Abascal, que se dio de baja por su desacuerdo con la política antiterrorista del Ejecutivo. La reunión pretendía reivindicar la unidad de España en el 35 aniversario de la Constitución, pero se convirtió desde el principio en un acto de denuncia por la salida de prisión de unos 80 terroristas y grandes delincuentes en poco más de un mes.
«Amnistía encubierta»
Fue una inédita manifestación de víctimas contra un presidente y un Gobierno del PP, que ya sospechaba que esto iba a ocurrir tras los incidentes en la protesta de víctimas que el 27 de octubre les reclamó paralizar las excarcelaciones. Por primera vez, los populares no enviaron representante alguno a un acto de este colectivo. La excusa fue que no era de víctimas sino de una fundación.
La concentración llenó de banderas de España la plaza de República Dominicana, el lugar donde ETA asesinó a doce guardias civiles. Portavoces como Daniel Portero, de Dignidad y Justicia; José Alcaraz, de Voces contra el Terrorismo; Consuelo Ordóñez, presidenta de la asociación vasca Covite; y el propio Ortega Lara hablaron de «amnistía encubierta», vulneración de la Constitución, traición a las víctimas y, sobre todo, cesión a la banda terrorista. Ángeles Pedraza, presidenta de la mayoritaria Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), estuvo entre los asistentes pero no realizó declaraciones.