Miquel Giménez-Vozpópuli
- El presidente de la República Socialista Federal Española, camarada Sánchez, pronunció ayer un emotivo discurso
En el aniversario de la proclamación de la República, el presidente vitalicio, camarada Sánchez, no quiso faltar a la cita anual que mantiene con los representantes del pueblo. A las once en punto entraba en la Asamblea Federal Republicana quien tanto trabajó para lograr una sociedad igualitaria, sostenible, ecológica, libre de heteropatriarcado, gay friendly y azote de derechas. Fue recibido por la camarada Montero, presidenta de la asamblea de electos del partido, así como por otros cargos, cargas, cargues, del gobierno. Entre los invitados se hallaba una nutrida representación de naciones federadas como el embajador de Cataluña, camarada Illa, el Lehendakari Otegi, en nombre de la Asociación de Países con Txapela, el cónsul del Konsomol Valenciano, el secretario general del Movimiento de Liberación de Las Hurdes y diversos responsables de otros territorios y organismos.
Señaló el camarada presidente la alegría que le causaba poder afirmar que, tras veinte años de paz y progreso, después de oscuros años de monarquía y capitalismo, nuestra gloriosa República estaba en condiciones de alcanzar el mismo nivel de vida que Cuba y Venezuela. En este sentido, apuntó que podría suprimirse la cartilla de racionamiento, derivada del bloqueo fascista, y que el año que viene se facilitarán cien gramos de pan blanco por ciudadano y semana. En la línea de mejoras, el camarada Sánchez comunicó a la Asamblea que el curso entrante cada niño, niña, o niñe, podrá reclamar zapatos nuevos del mejor cartón eco sostenible. Un hecho, dijo, que representa el imparable progreso del que disfrutamos gracias a la constante lucha de la clase trabajadora y las fuerzas de progreso, señalando como hitos el aborto preventivo aplicado a mujeres que no están embarazadas o la eutanasia social a liberales vivos. Al recordar el cambio de sexo obligatorio semanal de toda la población, siempre en combinación con las tres últimas cifras del DNI y el primer premio de la Lotería Republicana de los sábados, el camarada fue interrumpido por una estruendosa ovación espontánea por parte de los camaradas asistentes.
El siguiente punto del discurso se centró en dar información detallada acerca de las beneficiosas acciones que las Milicias Populares, instauradas en 2021 con la incipiente Ley de Seguridad Nacional que permitió su creación, dando cuenta de que finalizaban por fin su incautación de patrimonio privado al no haberlo ya en todo el territorio de la República. La última batida dio como fruto diez rosarios de plástico, una medallita de plata de San Antonio y cincuenta estampitas de diversos santos, santas y santes. Cerrado, pues, el importante capítulo de las incautaciones, las Milicias podrán concentrarse en su labor policial. Fueron con vibrantes exclamaciones de júbilo sus últimos servicios: disolución de una peligrosa célula de cuatro señores de Ponferrada, que se reunían para hablar sin mantener el lenguaje inclusivo, habiéndoseles escuchado expresiones como “El sucedáneo de cocido está de puta madre”, en lugar de “Está de profesional sexual discriminada y estigmatizada por la sociedad heteropatriarcal por parte de progenitora o progenitor familiar”. También se celebró la detención del vándalo que miccionó en la estatua de la camarada Delcy en Barajas y la del fascista que soltó una ventosidad al paso del camarada Ábalos, ejemplo de servicio al pueblo. De momento, se mantiene la pena capital para los facciosos: darse de alta como autónomos y abrir una tienda.
Nuestro amado presidente tuvo palabras de cariño para el Nuncio del Vaticano, Monseñor Iglesias, y anunció la concesión del Floripondio del Camarada Nando, antes Laureada de San Fernando, al presidente de la CEOE, Gabriel Rufián. Finalmente, sonaron los ciento cuarenta y tres himnos de la República, incluido Paquito el Chocolatero, designado como oficial por el mencionado Konsomol valenciano.
Seguidamente, nuestros camaradas pasaron al salón de banquetes proletarios a degustar una mariscada, gentileza de UGT y CCOO. ¡
Viva la III República, viva el socialismo!