- Mientras narcotraficantes o mafias del Este se matan entre sí, Grande-Marlaska nos dice que España es el país más seguro de Occidente. Hasta que a la puerta de otro colegio maten a un padre y «sin querer» asesinen también a un niño. Incluso al hijo del que querían asesinar
La diputada de Vox Rocío de Meer, que sin duda es una ultraderechista peligrosísima, tuvo la imprudente idea de preguntar ayer al ministro Grande-Marlaska sobre la inseguridad a causa de los inmigrantes. Y el ministro del Interior arremetió contra ella con enorme virulencia acusándola poco menos que de xenofobia.
Ya es mala suerte, pero a la misma hora en que el ministro Marlaska explicaba desde su escaño que la seguridad en España es inigualable en toda Europa, al ciudadano ucraniano Andry Portnov le pegaban ocho tiros, de los que acertaron en él cinco, a la puerta del Colegio Americano de Pozuelo de Alarcón. Acababa de dejar en el centro educativo a cuatro hijos. El centro, donde tengo un sobrino, tomó inmediatamente unas medidas de seguridad extremas y comunicó a las familias que todos los niños estaban bien y a resguardo en lo que el colegio llama lockdown security.
Da la casualidad de que en 2018 hubo otro atentado a la puerta de un colegio en Pozuelo de Alarcón, el British Council. Allí asesinaron a José Ricardo Rojas Montes a 200 metros del colegio donde había dejado a sus tres hijos. Y este sobrino mío también lo vivió porque ése era el colegio al que iba entonces. Así que como dice su madre «Madrid es una ciudad donde vas al cole y por allí pegan tiros». Y como dice otra sobrina «Voy a mandar a mis hijos al colegio concertado del barrio, que hay menos jaleo». Pues no le falta razón.
Pero lo cierto es que, si en España tenemos asentadas personas con historiales de vida cuestionables, corresponde al Ministerio del Interior garantizar la seguridad de la ciudadanía. No digamos la de los niños. Parece que Rojas Montes además de confidente de la Policía era narcotraficante y eso le costó la vida. Pero supongo que, siendo confidente, la Policía tendría una idea muy exacta de a qué dedicaba el tiempo Rojas Montes para tener un alto tren de vida.
Algo parecido puede decirse de la víctima de ayer, Andriy Portnov, un ucraniano conocido por su involucración en las represiones a los manifestantes europeístas del Maidán en Kiev. Esto de matar a tiros a ciudadanos que viven legalmente en España es algo más que una «reyerta» como suele llamar el Ministerio del Interior a todos los incidentes con extranjeros que se dan en España. Así nos lo recordó ayer Rocío de Meer.
Esto se me empieza a parecer al problema con el lobo que hay en el norte de España. Como todavía solo matan ganado, los ecolojetas miran para otro lado y no enfrentan el problema. El problema de verdad vendrá el día que los lobos maten un niño. Pues apliquen aquí el mismo principio. Mientras narcotraficantes o mafias del Este se matan entre sí, Grande-Marlaska nos dice que España es el país más seguro de Occidente. Hasta que a la puerta de otro colegio maten a un padre y «sin querer» asesinen también a un niño. Incluso al hijo del que querían asesinar.