EL CORREO 11/04/14
· El partido de Abascal, Vidal Quadras y Ortega Lara no admitirá que «roben» ninguna parte de España «ni por las armas, ni por urnas ilegítimas»
Vox llevó a cabo ayer su puesta de largo en Euskadi, con un acto en San Sebastián en el que estuvieron presentes el presidente y candidato a las europeas, Alejo Vidal Quadras, el secretario general y fundador, Santiago Abascal, uno de los impulsores, José Antonio Ortega Lara, y el candidato por Gipuzkoa, Adrián Arsuaga. Con un discurso contundente, los responsables de esta formación se definieron como una «nueva alternativa» para «contribuir a la regeneración de la política española y a la democratización interna de todos los partidos». Lanzaron, en este sentido, un llamamiento para que «todas las fuerzas políticas nacionales» que apuesten por «el proyecto común de España» se unan para llevar a cabo una «ofensiva» frente a los independentistas.
Así lo aseguró Abascal, que advirtió que el partido que dirige no permitirá que nadie «robe» ninguna parte del territorio nacional «ni por las armas de los terroristas, ni por las urnas ilegítimas de Artur Mas». La formación apuesta por una doble vía de actuación. En la lucha contra el terrorismo, mantener las actuaciones contra ETA y su entorno. Abascal exigió al Gobierno central que impulse a través de la Fiscalía y la Abogacía del Estado el inicio del proceso para «la ilegalización de Bildu-Sortu-Amaiur-ETA». Sólo así el PP demostrará que «quiere evitar el colaboracionismo con la política antiterrorista del PSOE», dijo. En su opinión, «la negociación política con los terroristas» supone «la rendición del Estado de Derecho y privar a las víctimas de la memoria y la tutela judicial que merecen».
Respecto de las ansias independentistas, Vidal Quadras defendió una «reforma en profundidad» del Estado autonómico y aludió a los postulados que están defendiendo los nuevos primeros ministros de Italia y Francia, que proponen «la simplificación del aparato del Estado y la reducción a la mitad del número de regiones». «España no es el problema, es la solución», añadió Abascal.