José Antonio Vera, LA RAZÓN, 22/6/11
El mundo batasuno proetarra tiene claro que, una vez logrado el objetivo primordial de volver a las instituciones, ahora tiene que centrar sus esfuerzos en el paso siguiente, probablemente ya pactado, como los anteriores. Ese paso no es otro que el de los presos.
Por eso ya ha empezado la campaña, convenientemente aireada desde el Ministerio del Interior que controla Pérez Rubalcaba, para hacer llegar a la opinión pública la idea de que ETA no es lo que era porque «no volverá a matar» y que, por tanto, el hecho de que su entorno controle decenas de ayuntamientos es un tema menor.
Si ETA no vuelve a matar (ojalá sea así, aunque aún está por ver) parece evidente que «habría que avanzar» en algo que la banda considera fundamental, cual es la excarcelación de sus más de ochocientos reclusos, hoy repartidos por diferentes cárceles.
La denominada «izquierda abertzale» se ha puesto manos a la obra y no ha encontrado mejor manera de hacerlo que copiando la sistemática del movimiento quince-eme. O sea, con concentraciones, acampadas, visitas a domicilios de políticos, etcétera. La fórmula ha tenido éxito. El mundo batasuno la va a adoptar porque necesita ruido para que se tome conciencia del «problema».
Si ETA no asesina, no tiene sentido que haya presos, dirán ellos con la idea de que el Gobierno les compre una mercancía ya de hecho comprada. De manera que irán saliendo poco a poco uno tras otro con razones más que justificadas.
José Antonio Vera, LA RAZÓN, 21/6/11