Sabemos lo del reloj parado que acierta la hora dos veces al día. Pablo Iglesias solo acierta una, pero es justo reconocerlo. Ayer acertó en su sarcasmo contra este titular de de El Espaañol: “Un antepasado de Pablo Iglesias fue capitán de los Reyes Católicos”. El vicepandemias acertaba al comentar: “Ya me veo el titular de la semana que viene: “un abuelo lejano de Pablo iglesias, responsable de la extinción de mamuts durante la última glaciación”. Como siempre, la caga en las precisiones. La última glaciación abarca un periodo que va desde hace 100.000 años hasta hace 15.000. Fue entonces cuando los mamuts se extendieron por la tierra. El último mamut murió hace 4.000 años al norte de Siberia, junto al Ártico.
Ya que estamos con él, vamos con su ministra consorte y marquesa de Galapagar. Agustín de Grado se asombra justamente en Twitter: Un informe de Irene Montero sobre juguetes denuncia la opresión del color rosa sobre las niñas”. Madre mía, presidenta de los EEUU.
Poco le ha durado su momento de gloria en la moción de censura a Pablo Casado. Después de mostrarse dispuesto a negociar el Estado de Alarma, aunque reduciendo su extensión de seis meses a dos, Carolina Darias salió ayer a ponerlo en su sitio: “Sánchez ha sido cristalino sobre la duración del Estado de alarma. El PP debe abandonar sus condiciones y sustituirlas por recomendaciones de los expertos y de la ciencia”. Ignacia de Pano lo comentaba con un poquito de Rintintín y su pizca de cabo Rusty: “Pablo Casado, el nacimiento de un líder”.
Ayer, ese absurdo personaje del sanchismo que es Fernando Simón tuvo dos momentos inen arrables. Primero: “Decretar un estado de alarma y tener que renovarlo permanentemente es un esfuerzo increíble para los esfuerzos de salud pública. Y el segundo: preguntado por los expertos que había citado Carolina Darias dijo: “No merece la pena dar la lista de expertos que aconsejaron el estado de alarma porque es muy larga”.
El gran Luigi aventuraba en mi blog una definición de Sánchez para su nueva criatura. “El Nuevo Estado de Alarma será un Estado de Alarma duradero, inclusivo, sostenible, resiliente, transformador, próspero, empático, diverso, solidario y vegano”.Faltaba la marquesa de Galapagar para colocar la guinda calificativa: “Es superdrástico, tía”.