FélixMadero-Vozpopuli

Un terreno abonado por las mentiras y la forma en que este Gobierno ha llegado al poder, factores clave del despegue del populismo

Me ha faltado lo justo para convertirme en un hombre sin teléfono móvil. Y si no ha sido así es porque hay una parte en el Iphone que necesito para trabajar y para no abandonarme a la sensación de que estoy solo y soy un raro. Entre felicitaciones navideñas enviadas masivamente por un amigo o una empresa o el Ayuntamiento de mi pueblo, los memes sin gracia y los videos ñoños y llorones, más otros ya vistos en años anteriores, mi paciencia rozó lo razonable.

Entre los nuevos y descarados están los que me han llegado de amigos y conocidos simpatizantes de Vox que creen que yo estoy en esa línea y comparten conmigo algunos videos que borro de forma inmediata. La calificación de recalcitrantes se queda corta. Tienen un punto chulesco y guerracivilista que dudo que los que mandan semejante mercancía sean consciente de lo que quieren compartir. Y si lo son, peor. Y sin embargo, sé -porque lo sé que diría mi amigo Luis Béjar-, que muchos de mis amigos y conocidos que comparten conmigo su alegría porque un partido de extrema derecha como Vox vaya subiendo en sus expectativas de voto, son gente equilibrada, claramente moderada,  que suelen hacer gala de un sentido de la contención y la calma cuando hablan de política. Y sin embargo parece que la hubieran perdido en las últimas semanas. Me lo dice con resignación un viejo diputado del PP:

-“Ni todos los que votaron a Podemos tras el 15M son comunistas ni los que han votado o votarán a Vox son fascistas. Lo que no son es del PP”.    

Es verdad, la gente está perdiendo el miedo, la vergüenza, el temor o lo que sea y han convertido en osadía y orgullo la proclamación de lo que les gustaría votar. Debo decir que muchos de los videos recibidos eran para atacar al PP, al que tildan de intermitente y pusilánime. De Podemos y PSOE se ocupan lo justo. De Ciudadanos, nada.  Bueno, es sólo mi pequeña estadística, que en algunos casos hasta puede que ilumine algo más que el último CIS de Tezanos, tan desvaído y evanescente como los anteriores, desde que está allí este destacado socialista empeñado en que comulguemos con ruedas de molino. Los primeros en tragar hostias, los suyos. Los socialistas, pocos, que no han perdido el sentido de la realidad y de la decencia de una siglas que, parafraseando a Alfonso Guerra, no conoce ya ni la madre que la parió, hacen muecas de resignación cuando les sacas el CIS “Método Tezanos”.

 La degeneración de las personas, de las cosas e instituciones no sólo es una cuestión de tiempo. Basta con mirar a otro lado. Con guardar silencio. Con vivir en el temor y la duda de si estaré o no en las listas que Pedro Sánchez prepara para las próximas elecciones generales. Al final es todo muy humano. Las lentejas, oigan, todo es al final una cuestión de lentejas.

Los pocos socialistas que no han perdido el sentido de la realidad hacen muecas de resignación cuando les sacas el CIS ‘Método Tezanos’

Y de las lentejas vuelvo al único vídeo que me ha llamado la atención estas fiestas. Me lo han mandado varias veces, y siempre desde contactos que proclaman que votarán a Vox. El video, todo él en blanco y negro, tiene tres momentos. El primero de Teresa Fernández de la Vega. La señora que por sus méritos y amor a la verdad es hoy presidenta del Consejo de Estado de España. Dice textualmente la presidenta:

-“¡Reiterar el compromiso del Gobierno. En el 2010 habrá AVE a Extremadura. Y por supuesto a Mérida!”

El segundo es de Rodríguez Zapatero, que mirando a la cámara que le graba y moviendo insistentemente el brazo derecho de arriba a bajo, como esos muñecos de los chinos que van a pilas,  manifiesta:

 -“¡La prioridad es la alta velocidad a Extremadura!”

Y el tercero, y último, es de Pedro Sánchez:

-“Yo voy a empeñar mi palabra en que si soy presidente del Gobierno el AVE sea una realidad y que llegue a Extremadura”.

No les daré más detalles. ¿Para qué?  La mentira, las tres mentiras, son verdaderamente osadas, y en un país alejado de la anormalidad política haría que quien miente de esta manera lo pagara. Pero aquí se premia. Lo triste es ver cómo el personal aplaude cuando les mienten una, dos, tres veces…

Que sean estos mismos los que prevengan a los españoles de la llegada de la extrema derecha sonroja al más calmado. Vox tiene las preguntas, que por otra parte no son nada complicadas de hacer, pero no las respuestas. Detectan problemas, no aportan soluciones. No las tienen. Ni creo que las tengan alguna vez. Pero ante un terreno abonado por las mentiras y la forma en que este Gobierno ha llegado al poder, el populismo tiene mucha pista para aterrizar. No criminalicen a quien vota lo que por otra parte le da la gana.

Y un saludo muy cariñoso para mi amigo Guillermo Fernández Vara