LUIS VENTOSO-El Debate
  • El Rey ha aportado un poco de sentido común político, porque la actual oferta del líder del PSOE simplemente es lamentable y dañina para el interés de España
De manera rápida, lo cual se agradece, el Rey ha escuchado a los partidos que han cumplido con el trámite constitucional de la ronda de consultas y ha designado a Feijóo como candidato a la investidura. El jefe del Estado ha aportado un poco de sentido común político al proponer al ganador de las elecciones, porque la oferta del líder del PSOE simplemente era lamentable. Imaginemos:
-Buenos días, señor Sánchez, ¿qué me trae?
-Majestad, aunque he perdido las elecciones quiero seguir siendo el presidente del Gobierno y que me designe para la investidura, porque soy el más progresista, el más alto, el más guapo y el más bronceado. Y además, hablo inglés.
-Estupendo, ¿y con qué apoyos cuenta a día de hoy?
-Pues tengo ya cerrado el de Yolanda Díaz, con el que sumo 152 escaños. Me faltan 24 hasta los 176. Pero no se preocupe, que creo que puedo apañar que me apoyen el partido que fue fundado por ETA, el partido que dio el golpe de Estado de 2017, contra el que usted cargó en un histórico discurso; y también el partido colíder de aquellos hechos contra la unidad de España y nuestra legalidad constitucional, cuyo cabecilla se encuentra huido en Bélgica, prófugo de la justicia española y de cuyo plácet dependo.
-¿Y cómo se las va a apañar para que le apoyen esos partidos, que según tengo entendido, aunque se han negado a participar en estas consultas, le piden algún tipo de referéndum de independencia y una amnistía para los golpistas antiespañoles de 2017?
Na, Señor, por eso ni se preocupe. Para lo de la consulta tengo a Cándido. Entre él y yo ya nos encargaremos de montarles una un poco de mentirijillas, que cuele por el arco constitucional. En cuanto a la amnistía que me pide el bueno de Puchi, pues creo que lo podremos meter también, aunque sea con calzador. Ya he puesto a mis chicos del País ha currar y ya han comenzado a publicar que existen juristas que creen que la amnistía sí cabe perfectamente en nuestro orden constitucional. Si eso lo engraso bien con mis televisiones y hacemos un poco de propaganda en las ruedas de prensa del consejo de ministros, los españoles y españolas lo dirigieren casi sin enterarse, como ocurrió cuando los indultamos, o cuando nos cepillamos la malversación y la sedición por orden del bueno de Oriol.
El Rey, flipado, se seca la frente sudorosa con un pañuelo. «Gracias, muy ilustrativo. Por favor, que pase el siguiente…».
Lo notable es que todo el disparate anterior es literalmente lo que pretende el presidente más nocivo que hemos tenido en nuestra democracia (superando al mismísimo Zapatero). Y es todavía muy probable que logre sacar adelante su círculo cuadrado. Feijóo no va a reunir 176 votos -el PNV es un lobo nacionalista con corbata y no lo apoyará- y los separatistas querrán evitar a toda costa una segunda vuelta electoral, porque PP y Vox podrían alcanzar la mayoría absoluta que se les escapó en las extrañas elecciones de finales de julio y liquidar los sueños de consulta y amnistía que con Sánchez sí son posibles.
El Rey ha hecho lo que tenía que hacer. Pero por supuesto la izquierda le pasará la factura. En el fondo les estorba, porque es el garante último de nuestro sistema de derechos y libertades y de la unidad de la nación. Precisamente todo aquello que Sánchez está dispuesto a convertir en una subasta a mayor gloria de su yo hipertrofiado.