Yihadistas y conversos

EL CORREO 14/04/15
FLORENCIO DOMÍNGUEZ

· En Cataluña, en los 90, militantes de extrema izquierda se enrolaron en ETA sin haber pisado previamente Euskadi

La presencia ayer en Barcelona de representantes de 36 países para asistir a la cumbre euromediterránea que tenía como tema principal la lucha contra el yihadismo es una constatación de la importancia que tiene para todos los Estados esta amenaza terrorista que ha alcanzado una dimensión global. El terrorismo inspirado por el fundamentalismo islamista no es sólo un asunto de ámbito internacional, sino que es un problema de seguridad interna de cada uno de los países, porque en todos ellos operan células yihadistas inspiradas por alguna de las dos grandes siglas dominantes, Al Qaeda o el Estado Islámico.

El fenómeno yihadista ha alcanzado tales proporciones que es imposible combatirlo eficazmente si los diversos países no se coordinan, si no intercambian información y si los servicios de inteligencia y los policiales no tienen canales permanentes de comunicación. Para España, Marruecos es uno de los países cuya colaboración en este terreno es esencial, lo que obliga al Gobierno español a hacer un esfuerzo permanente para salvaguardar las buenas relaciones con el vecino del sur sorteando las crisis que periódicamente afectan a los dos países.

La necesidad de entenderse con Marruecos, entre otros motivos, se deriva del hecho de que una gran parte de los yihadistas detenidos en España proceden de ese país y que las redes clandestinas se extienden por las dos naciones sin detenerse ante las fronteras. Un estudio de Fernando Reinares y Carola GarcíaCalvo señalaba que el 27,4% de los yihadistas registrados en España entre 1996 y 2012 procedían de ese país. Sólo Argelia, con casi el 30%, aportaba más extremistas. A escala micro, de los cuatro yihadistas conocidos que residieron en el País Vasco antes de ir a combatir a Siria, dos eran marroquíes: Redouan Bensbit y Noureddine el Mejdoubi. Investigar sobre estos casos, por ejemplo, requiere necesariamente la colaboración de los servicios de inteligencia de Rabat.

El yihadismo no es sólo un fenómeno que protagoniza guerras lejanas, sino un movimiento terrorista dentro de los países europeos. La última operación policial realizada en España, llevada a cabo en Cataluña, confirma esa dimensión de amenaza interior pues los arrestados planeaban realizar atentados en Barcelona. Ha llamado la atención la presencia de seis conversos entre los detenidos, personas que habían abrazado hacía poco tiempo el islam y además se habían adscrito a grupos violentos. Este fenómeno hasta ahora había sido muy limitado en el mundo del yihadismo español, aunque no se puede decir lo mismo en el terrorismo de ETA.

En Cataluña, precisamente, se registraron en los años noventa casos de militantes de la extrema izquierda que se enrolaron en las filas de ETA para combatir por la patria nacionalista de este grupo terrorista sin haber pisado previamente el País Vasco. Cosas de conversos.